Hoy nos hacemos eco de esta dolencia al igual que en su día escribimos sobre la Dextrocardia o síndorme del corazón al revés tras la muerte de Carme Chacón,. Recientemente habrás tenido acceso a través de los distintos medios de comunicación a la noticia de la muerte de Davide Astori, futbolista y capitán de la Fiorentina a los 31 años de edad. La autopsia efectuada al cuerpo del jugador determinó que la causa de su fallecimiento fue una bradiarritmia que le ocasionó la muerte súbita mientras dormía. Cabe decir que los especialistas médicos solicitaron un plazo de 60 días para dar a conocer sus conclusiones definitivas, seguramente por lo extraño del caso, un deportista de élite sometido a frecuentes e intensivos controles médicos.
A nivel médico se considera que la frecuencia cardíaca normal, en reposo, de nuestro corazón ha de oscilar entre las 60/80 pulsaciones por minuto. Por encima de 80 se considera que nuestro corazón sufre de taquicardia y por debajo de los 60 se considera bradiarritmia, es decir, que ambos síntomas son totalmente opuestos. Los deportistas, y más aún los de élite, suelen caracterizarse por tener un ritmo cardíaco inferior al habitual y un corazón más grande del tamaño estándar, fruto o consecuencia de ese esfuerzo y entrenamiento continuado que realizan durante unos cuantos años de su vida, en concreto durante su práctica del deporte. De este modo, para algunos de mi generación, ese tema nos resulta familiar, aún recuerdo cuando Miguel Indurain estaba en activo, en los inicios de la década de los 90, cuando era conocido que su corazón en reposo tenía una frecuencia cardíaca ligeramente superior a las 40 pulsaciones por minuto, o cómo ciclistas profesionales hoy en día, en momentos de máximo esfuerzo, llegan a ponerse en torno a las 200 pulsaciones, aunque casi todos ellos llevan un pulsómetro que les sirve de orientación para regular su nivel de esfuerzo.
Cabe deducir, en base a lo que ya hemos expuesto, que la bradiarritmia o bradicardia es un transtorno eléctrico del corazón en el que éste late más lentamente de la frecuencia habitual. Del mismo modo, todos los atletas de alto nivel tienen bradicardia , fruto de su esfuerzo, porque un corazón más lento bombea la sangre de una manera más eficiente. De forma lo más sencilla posible, te diremos que el funcionamiento de nuestro corazón se inicia en un impulso eléctrico que se produce en el llamado módulo sinusal, este impulso llega y provoca la contracción de la aurículas y luego accede hasta los ventrículos que del mismo modo se contraen. Cuando ese impulso inicial es retardado o no logra acceder a los ventrículos por algún trastorno en la conducción de la sangre (bloqueos cardíacos) pueden sugir las bradiarritmias. Dependiendo del nivel de retardo o de bloqueo, hay diferentes tipos y niveles de gravedad. Por lo general, al menos en la población media, el mayor de los efectos que origina una frecuencia cardíaca lenta suele ser el desmayo.
Astori jugador de la Fiore
Como resulta evidente, todo trastorno o alteración de nuestro ritmo cardíaco requiere de una rápida consulta al cardiólogo. En muchos casos el problema surgido se corrige con una simple medicación, en otros con la implantación de un marcapasos, que puede ser de distintos tipos según el problema que se trate de resolver. Finalmente, para el caso de obstrucciones se suele recurrir a la cirugía o bien a la práctica de un cataterismo como medios de solución. En cualquier caso, y en los tiempos en que vivimos, es muy improbable que todos ellos no te resulten ya conocidos.
En el caso de Astolfi, con controles médicos frecuentes y sin que en ninguno de ellos se le detectara dolencia alguna, el caso tiene hoy en día una más que difícil explicación, siempre a la espera de que transcurra el plazo de los 60 días y los especialistas médicos puedan aportar, o no, algo más de luz sobre este caso. Es por ello que al final su fallecimiento se haya catalogado como muerte súbita, producida eso sí por una bradiarritmia, es decir, uno de esos casos que se dan entre un millón de probabilidades y que, de cuando en cuando, también afectan a los deportistas de alto nivel.