El coronavirus o COVID-19 ha sido declarado pandemia a nivel global debido al rápido crecimiento de la enfermedad por varios países llegando a infectar a más de 140 países en todo el mundo desde su inicio en la ciudad de Wuhan en China. Por esta razón debemos pararnos un momento a pensar y replantearnos seriamente las actividades que realizamos diariamente y que hacer para ayudar a hacer frente a esta crisis mundial.
Hoy os quiero hablar de la actividad física y de sus efectos para combatir el coronavirus.
Efectos de la actividad física en el sistema inmunitario:
No es ningún secreto que la práctica regular de actividad física produce innumerables beneficios para nuestra salud, y uno de estos beneficios podría ser un aumenta de la actividad del sistema inmune lo que hace que favorezca la capacidad de nuestro organismo para hacer frente a distintos tipos de bacterias, virus e infecciones de cualquier tipo.
Digo podría porque aunque está demostrado que quien practica deporte regularmente tiene una menor probabilidad de enfermar e incluso cuando enferman sus síntomas son más leves, hay que tener cuidado a la hora de elegir que tipo de actividad física realizar, ya que podrías terminar causando el efecto contrario al deseado y producir una inmunodeficiencia en tu organismo.
El ejercicio físico moderado de baja o media intensidad, sin forzar e intentando no sentir ninguna molestia, durante el entrenamiento favorece la activación del sistema inmunitario y nos produce además otros beneficios a la hora de hacer frente a cualquier patógeno:
La actividad física nos ayuda a eliminar bacterias de los pulmones y vías respiratorias, lo que nos ayuda a la hora de combatir contra enfermedades respiratorias como resfriados, gripes o el mismo coronavirus.
La realización de ejercicio físico produce un ligero aumento de la temperatura lo que impide el crecimiento bacteriano en nuestro organismo ayudándonos a evitar padecer ciertas infecciones bacterianas y a combatir otras ya existentes.
Nos ayuda a disminuir la secreción de cortisol, hormona del estrés, lo que puede protegernos de la inmunodeficiencia y de padecer ciertas infecciones relacionadas con el estrés.
Con la práctica de actividad física glóbulos blancos circulan más deprisa. Los GB son las células del Sistema Inmunitario, por lo que al circular más rápido por la sangre detectarán de forma más rápida la aparición de algún tipo de infección o enfermedad.Sin embargo, de la misma manera que la práctica de actividad física de baja intensidad puede ayudarnos a evitar enfermar, la práctica de actividad física de alta intensidad o de mucha duración puede hacernos más vulnerables a la hora de contraer enfermedades e infecciones ya que debilita nuestro Sistema Inmunitario, esto es debido a que muchas células se desplazan a los músculos dañados dejando más vulnerables otras zonas.
En conclusión es recomendable la práctica de actividad física de baja intensidad sin que se produzca rotura muscular para combatir esta y cualquier enfermedad ya que favorece la activación del Sistema Inmunitario además de otros beneficios que aportan para la defensa de nuestro organismo.
Sin embargo la práctica de actividad física de alta intensidad produce el efecto contrario debilitando nuestro sistema inmunitario haciéndonos más vulnerables a enfermedades.
Ya sabéis, hacer ejercicio regularmente pero teniendo cuidado de no dañar nuestros músculos para así estar mas protegidos ante el coronavirus.