Razones para integrar la amistad en tu vida
Pero el hecho de saber que cuentan con esos confidentes de vida, te da fuerza para superar incluso las situaciones de mayor adversidad y resistencia. Porque no existe mejor terapia que la palabra y esa retroalimentación de ser uno mismo frente a los otros. En una sociedad en la que la imagen importa tanto y en la que podemos llegar a perder tanta energía en mantener una apariencia determinada, la amistad verdadera significa precisamente, mostrar la vulnerabilidad, el miedo y situaciones de dolor ante personas que precisamente son amigas porque aprecian tu intimidad tanto como la suya.
La amistad es una terapia porque en el contexto de la conversación surgen silencios constructivos, abrazos sinceros, palabras que alimentan, caricias emocionales y risas. Es decir, en muchos momentos nuestros problemas no se solucionan por el simple hecho de haber hablado con un colega, y sin embargo, sí nos sentimos distintos después de esa conversación porque hemos reído.
La terapia de la amistad es poner en perspectiva las dificultades de la vida. Y además, incluso con los planes más sencillos, ya que con esos amigos que son de verdad lo que menos importa son los planes sino el hecho de estar juntos. Y quedar a tomar un café es un ejemplo de terapia de amistad. La conversación es lo que cuenta. Una conversación a través de la que te conoces mejor a ti mismo, pones tus ideas en orden e incluso, te ayudan a encauzar algunas situaciones con comentarios de valor.
La comunicación online es muy importante, sin embargo, qué vitales son los momentos presenciales porque en este caso, la comunicación personal es todavía más significativa. No importa que tengas pareja y una excelente relación con tus familiares. Habrá temas que solo hablarás con tus amigos o que incluso aunque los hables con otras personas, lo harás en un tono distinto con tus compañeros de vida. La amistad tiene un lenguaje propio, una comunicación distinta. Una empatía que fluye cuando es de verdad. Y la amistad previene incluso muchas visitas al psicólogo porque mejora la comunicación, fomenta la introspección, acaba con la soledad y aporta sentido de presente.
Puede que te falte tiempo para muchas cosas. Pero que nunca te falte espacio para la amistad de alma. Ojalá que algún día sientas eso de que alguien te conoce casi tan bien como tú a ti mismo. Alguien que te escucha de verdad, desde el respeto de saber que aunque eres diferente, eres una persona única.