Pues aquí la historia de hoy: la estimulación de un feto a través de un dispositivo vaginal que emite música.
En septiembre 2015, el Institut Marquès de Cataluña publicó el estudio “Expresión facial fetal en respuesta a la emisión de música vía vaginal”, que demostraba que los fetos ya oyen a las 16 semanas de gestación y responden a este estímulo.
Los medios de comunicación se hicieron eco del estudio publicando imágenes de los fetos abriendo la boca y sacando la lengua como respuesta a este estímulo sonoro, llegando a conclusiones como que estos son movimientos de vocalización inducidos por la música.
La Dra. Marisa López-Teijón, alma máter del estudio y del dispositivo vaginal conocido como Babypod, afirma que gracias a este dispositivo los fetos
ahora son capaces de escuchar “con claridad” música y grabaciones…por primera vez, hemos logrado comunicarnos con el feto
Para todos los terapeutas de Audio-Psico-Fonología o Escucha Tomatis con los que he hablado, este dispositivo es cuando menos una barbaridad, principalmente porque no sabemos qué riesgos implica para el feto e incluso para la madre, y sospechamos que bastantes.
Es asombroso que en la rueda de prensa que los autores del estudio ofrecieron se afirmara tajantemente pero sin prueba alguna – ¡muy científico por su parte! – que tiene todas las garantías y no hay efectos adversos.
Sin embargo, el Babypod no está registrado como un producto sanitario, sino como ¡un consolador vaginal!
Carlos Alós, Terapeuta Tomatis y Audioprotesista, comenta que,
Acústicamente hablando el oído está muy protegido todo el embarazo, ese dispositivo lo desbarata y las consecuencias están por ver. El feto queda sometido a intensidades acústicas que jamás escucharía en un embarazo normal y no puede defenderse.
Aquí va el estudio completo publicado por Ultrasound: “Fetal facial expression in response to intravaginal music emission“
Y aquí la presentación del estudio por su equipo científico:
Alcance del Estudio
Los medios de comunicación se hicieron eco de este estudio, y así aparecieron artículos como:
“Sí, los fetos escuchan con nitidez (a través de la vagina)”
A través de su móvil o con el ordenador, la mamá puede controlar este novedoso dispositivo diseñado para emitir sonidos en el interior de la vagina. Gracias a la app del invento, se pueden reproducir canciones o notas de voz que el futuro bebé es capaz de oir.
“Hemos demostrado que el feto a partir de las 16 semanas escucha y reacciona igual que lo haría un niño de hasta tres meses. Es decir, con el BabyPod puesto y con una ecografía en 4D, hemos visto que abre la boquita y saca la lengua. Reacciones ancestrales que son los movimientos de vocalización, previos a la adquisición del lenguaje”, explica la doctora.
“Fetos bailan en el vientre a las 16 semanas de gestación“
A los científicos no les pareció raro que los bebés respondan a los sonidos con movimientos que simulan que están tratando de hablar o comunicarse. Sin embargo, ellos nunca previeron que estos movimientos sucedieran tan temprano en el embarazo. Y tal como dicen en la página web del Institut Marqués, esto demuestra que los niños pueden aprender mucho antes de nacer.
“Los fetos sacan la lengua cuando escuchan música: impresionantes imágenes“
Según explica López Teijón, la investigación ha encontrado “la fórmula para que los fetos oigan como los adultos y que les llegue el sonido de forma eficaz”. Esto se explicaría porque el feto vive insonorizado en el vientre de la madre y escucha los sonidos del exterior distorsionados y como si fuesen susurros.
Y claro, si hay que estimular al feto – incluso a los embriones – a que oigan lo que nosotros, pues qué mejor que ofrecerles un concierto de cantantes del momento.
“Soraya le canta a los fetos y Orozco a los embriones”
Comentarios sobre la presentación del Estudio
En la presentación del estudio se hacen una serie de afirmaciones que dudo y otras que directamente no comparto, como son las siguientes:
que la voz de la madre no tiene repercusión alguna en el feto, ni la reconoce – “no reacciona a la voz materna, si la oyera se despertaría” -,
que el feto oye como nosotros,
que el Babypod permite que el sonido llegue de forma eficaz en intensidad y sin distorsiones,
que es la única vía de estimulación auditiva, y
que no se sabía nada de la audición fetal hasta este estudio.
Además, no entiendo por qué la Dra. López-Teijón menciona varias veces el nombre de Tomatis, parece lanzar el nombre como si tuviera algo que ver con sus hallazgos, pero luego sigue con su teoría que imagino que haría que Tomatis se quedara ojiplático, cuando menos.
Para empezar, el Dr. Alfred Tomatis ya afirmaba hace más de 50 años que el feto ya oía para los cuatro meses y medio de vida, y estudió profundamente el oído, incluso a nivel filogenético y ontogenético. Sus investigaciones sobre la audición fetal lo llevaron al uso de la voz materna en su terapia, porque decía que el feto no sólo oye sino que escucha la voz de su madre.
Pero la voz de la madre va más allá de las palabras, transmite por una parte la melodía y el ritmo de su idioma, y por otra transmite su amor, sus emociones, su conexión con la vida. Y como el feto tiene sus mecanismos de defensa “auditivos”, esos sonidos le llegan filtrados. Por eso en la terapia Tomatis utilizamos la voz materna filtrada, y personalmente doy fe que esos sonidos “distorsionados” te mueven hasta lo más profundo.
Blanca López, Terapeuta Tomatis, señala que,
“Se sabe que en el vientre materno la escucha es prioritariamente vía ósea y un poco vía líquida, que la pelvis es una perfecta caja de resonancia y que las frecuencias de la voz de la madre se transmiten muy fielmente desde la glotis.
La tecnología ha sabido desentrañar gran parte de la mecánica de la vida pero ha pensado que sólo es eso y se ha olvidado de lo que realmente nos humaniza, que es la psique, el contacto emocional amoroso de una mujer que sueña con su cachorro. Sabemos que en nuestra terapia la entrega al paciente y el amor son insustituibles.”
Mari Cruz Domínguez, Terapeuta Tomatis, comentó sobre el estudio del Babypod lo siguiente:
Sin la entrega, el vínculo y el deseo real de conexión con ese bebe, por más artefactos que se implementen, no tendrá la esencia fundamental. Las nanas son generadoras de un vínculo maravilloso entre la madre y el hijo no sólo durante el embarazo, sino durante la infancia del niño. E incluso pasa a otras generaciones si ese niño o niña se las canta a sus hijos.
Y he aquí que un estudio realizado hace ya unos años en la Universidad de Wurzburgo, demostraba que las melodías de los llantos de los bebés se corresponden con las melodías de sus idiomas maternos, que el aprendizaje del lenguaje empieza de forma natural en el útero.
El artículo “Los bebés lloran en su idioma materno”, señala que,
“los bebés comienzan a captar los matices de su idioma materno cuando están en el útero… El llanto puede ser el inicio del desarrollo del lenguaje.
Y cuando lloran lo hacen con el acento de la lengua que hablarán en el futuro.
La investigación, publicada en Current Biology, afirma que los bebés probablemente están tratando de formar un vínculo con sus madres imitando sus sonidos.
El estudio sugiere que un bebé nonato está influenciado por el sonido de su primer idioma, el cual logra penetrar el útero.”
Desde luego poco paraíso puede disfrutar ahora el feto con esta discoteca vaginal, y cuando se dice en la presentación que con la música del Babypod la mayoría de los fetos abrían la boca “hasta desencajar la mandíbula”, quizás más que ejercicios de vocalización lo que estos fetos mostraban era: ¡¡¡aarrrg, quítarme esto!!!!
Si un feto vive en un medio acuático y su oido medio está lleno de líquido me parece que es imposible que oiga como “nosotros” que vivimos en un medio aéreo.
Y si la madre naturaleza ha hecho que los sonidos le lleguen filtrados y así poder desarrollarse con la estimulación natural que la madre le ofrece a través de su voz, de su amor, de sus emociones, de sus movimientos; ¿de dónde se deriva que el Babypod le ofrece los sonidos con claridad, que así oye igual que nosotros, qué es la única vía de estimulación auditiva y otras razones esgrimidas?
Aida Faura, Terapeuta Tomatis, comenta sobre el estudio:
Me parece una solemne barbaridad.
¿Se ha investigado si esta vibración directa sobre la pared de la matriz va a tener consecuencias sobre la mamá y el desarrollo del sistema nervioso del niño?
Si como dice Tomatis el feto se defiende de los sonidos graves y sólo escucha a partir de los 2000 Hz., ¿qué puede ocurrir si el feto tiene que estar defendiéndose continuamente? ¿No tendremos bebés sometidos a un gran estrés?
¿A alguien se le ha ocurrido que el niño puede ser víctima de una hiperestimulación?
Y Blanca López, comenta sobre las posibles repercusiones de este Babypod lo siguiente:
Los niños que nacen hoy se desarrollan en ambientes audiovisualmente sobrecargados.
Oído y vista son los primeros segmentos energéticos reichianos, primeros chacras, primeros órganos de relación e incorporación del mundo, primeros y por tanto más determinantes para el desarrollo posterior. Cuando la energía queda agazapada en ellos sabemos de los riesgos posteriores de enfermedades graves, como la psicosis.
Cabría el riesgo de que una estimulación auditiva fetal sin contacto amoroso podría desembocar en autismo. Los autistas oyen sin filtrar y ven sin fitrar como filtramos nosotros. El problema del autista es no poder defenderse ante toda la información que le llega. No centra su escucha ni su mirada en la relación, oye y ve diferente.
Importancia de la Voz Materna
El Dr. Tomatis afirmaba que la voz materna, la relación amorosa entre este duo inseparable, será la semilla del lenguaje, la comunicación y arraigo a la vida.
Desde hace décadas, numerosos estudios ya han demostrado el efecto tan poderoso que la voz materna tiene, incluso en bebés de menos de un día de vida. ¿Será porque ya la conocen de su periodo prenatal?
El artículo “Mom´s voice activates many different regions in children’s brains, study shows (La voz materna activa muchas regiones diferentes en el cerebro de los niñoss, indica un estudio” recoge el estudio realizado por la Stanford University School of Medicine publicado en mayo de este año.
Se han sorprendido del impacto de la voz materna en tantas regiones cerebrales, ya que además de las auditivas, están las relacionadas con las emociones como la amígdala, zonas cerebrales que detectan y asignan valor a un estímulo gratificante como la vía mesolímbica y la corteza prefrontal medial, regiones que procesan información sobre uno mismo, y áreas implicadas en la percepción y procesamiento de caras.
Uno de sus autores, Daniel Abrams, comenta que,
“Many of our social, language and emotional processes are learned by listening to our mom’s voice”,…”But surprisingly little is known about how the brain organizes itself around this very important sound source. We didn’t realize that a mother’s voice would have such quick access to so many different brain systems.” (Muchos de los procesamientos sociales, de lenguaje, emocionales, los aprendemos escuchando la voz de nuestra madre,… pero sorprendentemente se conoce muy poco cómo el cerebro se organiza alrededor de esta importante fuente sonora. No sabíamos que la voz materna tiene tan rápido acceso a tantos sistemas cerebrales diferentes.)
“We know that hearing mother’s voice can be an important source of emotional comfort to children,” Abrams added. “Here, we’re showing the biological circuitry underlying that.” (“Sabemos que el oir la voz de la madre puede ser una fuente importante de confort emocional para los niños”, añadió Abrams. “Aquí estamos mostrando el circuito biológico que le subyace”)
Y el artículo “La voz materna activa el lenguaje” comenta el resultado de una investigación realizada hace ya unos años por la Universidad de Montreal y el centro de investigación del Hospital Universitario Sainte-Justine, que muestra que la voz de la madre es especial para los bebés, ya que el cerebro de niños con una edad media de 24 horas respondía con fuerza a la voz de la madre.
“Según se pudo comprobar a través de imágenes de electroencefalografía (EEG), al emitir la madre el sonido, acontecían reacciones en el hemisferio izquierdo del cerebro del bebé, en particular, el área destinada al procesamiento del lenguaje y las habilidades motoras. Por el contrario, al hablar la persona extraña, se activaba el hemisferio derecho. Dicho hemisferio se asocia con reconocimiento de voz.”
En definitiva, interesante que el estudio haya demostrado lo que ya el Dr. Tomatis afirmó hace muchos años – y lo tomaron cuando menos por loco -, que el feto oye muy tempranamente.
Pero es muy preocupante los posibles riesgos para el feto, para la madre, o en el desarrollo posterior de ese niño o niña; me parece que es jugar con fuego.
No creo que todo valga en nombre de la estimulación “super-temprana”, ni tampoco creo que “toda estimulación es buena”.
Además, ¿Tenemos derecho a perturbar, esa relación tan profunda y desconocida entre madre-hijo/a?
Como dice Mari Cruz Domínguez: “¡Es tan misterioso y milagroso el mundo del útero!
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