Los orgasmos varían en intensidad y las mujeres varían en la frecuencia de sus orgasmos y la cantidad de estimulación necesaria para desencadenar un orgasmo. De hecho, menos de un tercio de las mujeres tienen orgasmos constantemente con la actividad sexual. Además, los orgasmos a menudo cambian con la edad, problemas médicos o medicamentos que se esté tomando. Si eres feliz con el clímax de tus actividades sexuales, no hay necesidad de preocupación. Sin embargo, si estás preocupada por la falta de orgasmos o la intensidad de tus orgasmos, habla con tu médico acerca de la anorgasmia. Los cambios en la dieta y la terapia sexual pueden ayudar.
Síntomas de la anorgasmia
Por definición, los síntomas principales de la anorgasmia son incapacidad para experimentar el orgasmo o retrasos largos en alcanzar el orgasmo. Pero hay diferentes tipos de anorgasmia:
Anorgasmia primaria. Significa que nunca ha experimentado un orgasmo.
Anorgasmia secundaria. Significa que solía tener orgasmos, pero ahora experimenta dificultades para alcanzar el clímax.
Anorgasmia situacional. Significa que son capaces de alcanzar el orgasmo sólo durante ciertas circunstancias, como durante el sexo oral o la masturbación. Esto es muy común en las mujeres. De hecho, la mayoría de las mujeres experimentan el orgasmo sólo a partir de la estimulación del clítoris.
Anorgasmia general. Significa que no son capaces de alcanzar el orgasmo en ninguna situación o con ninguna pareja.
¿Cuándo consultar a un médico?
Habla con tu médico si tienes preguntas sobre el orgasmo o dudas acerca de tu capacidad para alcanzarlo. Puedes encontrar que tus experiencias sexuales son normales, o el médico puede recomendarte estrategias para reducir la ansiedad y aumentar la satisfacción.
Causas de la anorgasmia
A pesar de lo que se ve en las películas, el orgasmo no es algo simple o seguro. Este pico de placer es en realidad una reacción compleja y dependiente de muchos factores físicos, emocionales y psicológicos. Si estás experimentando problemas en cualquiera de estas áreas, esto puede afectar tu capacidad de tener orgasmos.
Causas físicas. Una amplia gama de enfermedades, cambios físicos y medicamentos pueden interferir con el orgasmo:
• Enfermedades médicas. Cualquier enfermedad puede afectar a esta parte del ciclo de respuesta sexual humana, incluyendo la diabetes y enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple.
• Problemas ginecológicos. El orgasmo puede verse afectado por cirugías ginecológicas, tales como cirugías de histerectomía o cáncer. Además, la falta de orgasmo a menudo va de la mano con otros problemas sexuales, como el coito incómodo o doloroso.
• Medicamentos. Muchos medicamentos recetados y de venta libre pueden interferir con el orgasmo, incluyendo medicamentos para la presión arterial, antihistamínicos y antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina, en particular (ISRS).
• El alcohol y las drogas. El exceso de alcohol puede limitar tu capacidad de llegar al orgasmo; lo mismo puede decirse de las drogas callejeras.
• El proceso de envejecimiento. A medida que envejecemos, los cambios normales en la anatomía, las hormonas, el sistema neurológico y el sistema circulatorio pueden afectar tu sexualidad. Una disminución gradual de los niveles de estrógeno durante la transición a la menopausia puede disminuir las sensaciones en el clítoris, los pezones y la piel; el flujo de sangre a la vagina y el clítoris también pueden verse impedidos, lo que puede retrasar o detener por completo el orgasmo.
Causas psicológicas. Son muchos los factores psicológicos que juegan un papel en tu capacidad para lograr el orgasmo, incluyendo:
Problemas de salud mental, como ansiedad o depresión
Ansiedad de desempeño
Estrés y presión financiera
Creencias culturales y religiosas
Miedo al embarazo o enfermedades de transmisión sexual
Vergüenza
Culpa de disfrutar experiencias sexuales
Problemas de relación. Muchas parejas que están experimentando problemas fuera de la habitación también experimentarán problemas en el dormitorio. Estas cuestiones generales pueden incluir:
Falta de conexión con tu pareja
Conflictos o peleas no resueltos
Falta de comunicación de las necesidades y preferencias sexuales
Infidelidad o abuso de confianza
Preparándote para tu cita
Si rara vez o nunca experimentas el orgasmo en tus relaciones sexuales y esto te está causando angustia, has una cita con tu médico. Puedes sentir vergüenza de hablar de sexo con tu médico, pero este tema es perfectamente apropiado. Tu médico sabe que una vida sexual satisfactoria es muy importante para el bienestar de una mujer en todas las edades y etapas de la vida.
Es posible que tengas una condición subyacente tratable, o sea que te beneficies de cambios en tu estilo de vida, terapia o una combinación de tratamientos. Tu médico puede diagnosticar y tratar el problema o referirte a un especialista capacitado.
Con esta información puedes prepararte para tu cita, y saber qué esperar de tu médico.
Información para anotar de antemano:
Tus síntomas. Esto ayudará a tu médico para saber si alguna vez has tenido un orgasmo, y si es así, en qué circunstancias.
Tu historial sexual. Tu médico probablemente te preguntará acerca de tus relaciones y experiencias desde que eres sexualmente activa. Él o ella también pueden preguntarte acerca de cualquier antecedente de trauma o abuso sexual.
Tu historial médico. Anota cualquier condición médica con la que has sido diagnosticada, incluyendo condiciones de salud mental. También ten en cuenta los nombres y las fortalezas de todos los medicamentos que estás tomando actualmente o has tomado recientemente, incluyendo medicamentos recetados y sin receta médica.
Si creas una lista de preguntas de antemano podrás sacar el máximo provecho de tu tiempo con el médico.
Preguntas básicas para hacerle a tu médico:
¿Cuál puede ser la causa de mi dificultad para tener un orgasmo?
¿Necesito algún examen médico?
¿Qué enfoque de tratamiento me recomienda?
Si te va a prescribir medicación, ¿existen posibles efectos secundarios?
¿Qué tanta mejoría puedo esperar con el tratamiento?
¿Hay algún cambio de estilo de vida o medidas de cuidados personales que me puedan ayudar?
¿Recomienda la terapia sexual?
¿Hay folletos u otro material impreso que pueda llevar a casa conmigo? ¿Qué sitios web me recomienda visitar?
¿Qué esperar de tu médico?
El médico puede hacerte una serie de preguntas muy personales y puede querer incluir a tu pareja en la entrevista. Para ayudar a tu médico a determinar la causa de tu problema y el mejor curso de tratamiento, debes estar preparada para responder a preguntas tales como:
¿Cuándo fue la primera vez que fuiste sexualmente activa?
¿Por cuánto tiempo has tenido dificultad para alcanzar el orgasmo?
Si ha tenido orgasmos en el pasado, ¿cuáles fueron las circunstancias?
¿Experimentas dolor con la relación sexual?
¿Cuánto te molesta tu falta de orgasmo?
¿Qué tan satisfecha estás con tu relación actual?
¿Estás utilizando algún método anticonceptivo? En caso afirmativo, ¿cuál?
¿Qué medicamentos estás tomando, incluyendo medicamentos recetados y de venta libre, así como vitaminas y suplementos?
¿Consumes alcohol o drogas recreativas?
¿Has tenido una cirugía que implique tu sistema reproductivo?
¿Te han diagnosticado con cualquier otra condición médica, incluyendo las condiciones de salud mental?
¿Cuáles son las creencias de tu familia acerca de la sexualidad?
¿Alguna vez has sido víctima de violencia sexual?
Lo que puedes hacer mientras tanto
Mientras esperas tu cita, sé abierta con tu pareja acerca de la situación. Continúa siendo activa durante las relaciones sexuales y también explora otras formas de tener intimidad. Cambiar el enfoque de "orgasmo" al "placer" puede ser una estrategia útil en el tratamiento de la anorgasmia.
Pruebas y diagnóstico para la anorgasmia
Una evaluación médica para la anorgasmia por lo general consiste de:
• Historial médico completo. Tu médico también puede preguntarte sobre tu historia sexual, antecedentes quirúrgicos y relación actual. No dejes que la vergüenza te impida dar respuestas sinceras. Estas preguntas proporcionarán pistas sobre la causa de tu problema.
• Examen físico. Es probable que tu médico realice un examen físico general para buscar las causas físicas de tu anorgasmia, como una condición médica subyacente. También puede examinar tu área genital para ver si existe alguna razón física o anatómica obvia para la falta de orgasmo.
Tratamientos y medicamentos para la anorgasmia
Puede ser difícil tratar la anorgasmia y el plan de tratamiento dependerá de la causa subyacente de los síntomas, pero el médico puede recomendarte una combinación de cambios de estilo de vida, terapia y medicación.
Cambios de estilo de vida y terapia. Para la mayoría de las mujeres, una parte clave del tratamiento incluye corregir los problemas de relación y los factores de estrés de todos los días. La comprensión de tu cuerpo y tratar diferentes tipos de estimulación sexual también puede ayudar.
Conociendo mejor tu cuerpo. La comprensión de tu propia anatomía y cómo te gustaría ser tocada puede conducir a una mayor satisfacción sexual. Si necesitas un curso de actualización de tu anatomía genital, consulta a tu médico para obtener un diagrama o consigue un espejo y mira. Luego tomate tu tiempo para explorar tu propio cuerpo. Masturbarse o usar un vibrador puede ayudarte a descubrir qué tipo de contacto se siente mejor para ti, y entonces podrás compartir esta información con tu pareja. Si te sientes incómoda con la auto-exploración, intenta explorar tu cuerpo con tu pareja.
Aumentando la estimulación sexual. Muchas mujeres que nunca han tenido un orgasmo no están recibiendo suficiente estimulación sexual. La mayoría de las mujeres necesitan estimulación directa o indirecta del clítoris para alcanzar el orgasmo, pero no todas las mujeres se dan cuenta de esto. El cambio de posiciones sexuales puede producir más estimulación del clítoris durante el coito; algunas posiciones también permiten que tú o tu pareja puedan tocar suavemente tu clítoris durante el sexo. El uso de un vibrador durante el sexo también puede ayudar a desencadenar un orgasmo.
Buscar terapia de pareja. Los conflictos y desacuerdos en tu relación pueden afectar tu capacidad de orgasmo. Un consejero puede ayudarte a trabajar a través de los desacuerdos y tensiones.
Terapia sexual. Los terapeutas sexuales son médicos que se especializan en el tratamiento de problemas sexuales. Puedes sentirte avergonzada o nerviosa por ver a un terapeuta sexual, pero los terapeutas sexuales pueden ser muy útiles en el tratamiento de la anorgasmia. La terapia a menudo incluye la educación sexual, ayuda con las habilidades de comunicación y ejercicios de comportamiento que tú y tu pareja pueden probar en casa.
Por ejemplo, a ti y a tu pareja se le puede pedir que realicen ejercicios de “enfocarse en las sensaciones”, un conjunto de ejercicios específicos que te enseñan cómo tocar y hacer sentir placer a tu pareja, sin centrarse en el orgasmo. O ambos pueden aprender cómo combinar una situación en la que se llega al orgasmo (tales como la estimulación del clítoris) con una situación en la que se desea llegar al orgasmo, como las relaciones sexuales. Mediante el uso de estas y otras técnicas, es posible aprender a ver el orgasmo como una parte placentera de la intimidad sexual, y no como una meta de cada encuentro sexual.
Tratamientos médicos para la anorgasmia. Las terapias hormonales no son una solución garantizada para la anorgasmia, pero pueden ayudar. También se pueden tratar condiciones médicas subyacentes.
Tratamiento de afecciones subyacentes. Si una condición médica está obstaculizando tu capacidad para alcanzar el orgasmo, el tratamiento de la causa subyacente puede resolver el problema. El cambio o modificación de medicamentos conocidos por inhibir el orgasmo también puede eliminar los síntomas.
Terapia con estrógeno. La terapia de estrógeno sistémico (mediante píldoras, parche o gel) pueden tener un efecto positivo en los factores de la función cerebral y el estado de ánimo que afectan la respuesta sexual. La terapia de estrógeno local de liberación lenta (en forma de una crema vaginal, supositorio o anillo que se coloca dentro de la vagina) puede aumentar el flujo de sangre en la vagina y ayudar a mejorar el deseo. En algunos casos, el médico puede prescribir una combinación de estrógeno y progesterona.
Terapia con testosterona. Las hormonas masculinas, como la testosterona, juegan un papel importante en la función sexual femenina, a pesar de que la testosterona se produce en cantidades mucho más bajas en una mujer. Como resultado, la testosterona puede ayudar a aumentar el orgasmo, especialmente si el estrógeno y la progesterona no están ayudando. Sin embargo, la sustitución de testosterona en las mujeres es controversial y no está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos para la disfunción sexual en las mujeres. Además, puede causar efectos secundarios negativos, incluyendo acné, exceso de vello corporal (hirsutismo), y cambios del estado de ánimo o de personalidad. La testosterona parece más eficaz para las mujeres con bajos niveles de testosterona, como resultado de la extirpación quirúrgica de los ovarios (ooforectomía). Si eliges utilizar esta terapia, tu médico vigilará de cerca tus síntomas para asegurarse de que no estás experimentando efectos secundarios negativos.
Medicina alternativa para la anorgasmia
Los productos naturales pueden ayudar a algunas mujeres que tienen dificultad para alcanzar el orgasmo. Estos aceites y suplementos funcionan al incrementar la sensibilidad en el clítoris y el tejido circundante. Los siguientes productos pueden beneficiar a algunas mujeres con anorgasmia:
• Zestra. Este aceite botánico de masaje ayuda a calentar el clítoris y puede aumentar la excitación sexual y el orgasmo.
• ArginMax. Este suplemento nutricional oral contiene L-arginina, una sustancia que relaja los vasos sanguíneos y aumenta el flujo de sangre en el área genital y el clítoris en particular.
Habla con tu médico antes de intentar cualquier terapia natural. Estos productos pueden causar efectos secundarios y pueden interactuar con otros medicamentos. Tu médico puede ayudarte a determinar si son seguros para ti.
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