En ella pretendí demostrar que dentro de la anorgasmia no solo hay el sistema de percepción y reacción aquella que busca el placer y lo acaba perdiendo sino que encontramos otros sistemas diferentes.
Voy a hablaros de anorgasmia femenina, entendida como la ausencia o retraso persistente del orgasmo tras una fase de excitación normal.
Primero de todo, necesito que os imaginéis que las relaciones sexuales son como una danza, como un baile, donde todo debe fluir. Por lo tanto, para llegar al máximo placer, aunque nos guste bailar diferentes estilos de música debemos de descubrir cuál es nuestro estilo de baile. Solamente si conocemos cual es nuestro estilo podremos llegar al clímax.
Las mujeres debemos descubrir nuestro tipo de relación y comunicación con nuestra sexualidad.
Como terapeutas debemos ser los maestros de baile de nuestras pacientes. Debemos utilizar diferentes estilos de comunicación que vayan en consonancia con sus posibles estilos de baile, pero al mismo tiempo ser cercanos y afectuosos para ganaros su confianza y mostrarles que somos sus expertos maestros de baile. Por lo tanto con una relación one-up y directiva conseguiremos llevarlas al objetivo terapéutico.
He hecho una clasificación de los tipos de anorgasmia, según 4 sistemas de percibir la situación y reaccionar ante ella. Eso nos ayudará a concretar el tipo de relación y comunicación que como profesionales deberíamos de establecer con cada una de las pacientes.
1. Lo busco y no lo encuentro
Sería como una experta del baile que lo hace todo perfecto pero de forma tan controlada que le impide dejarse ir. Todo es tan perfecto y controlado que no hay espacio para la espontaneidad fisiológica del orgasmo. Más la persona lo busca y más el placer se le escapa ¿Qué haríais como maestros de baile con una chica así?
Tenéis que llevarla a experimentar otros movimientos, otro estilo, hacerla concentrarse en algo distinto para que deje de insistir en conseguir placer y de esta forma lo sentirá.
La prescripción en estos casos o bien es ayudar a su pareja a que la sorprenda donde sea el hombre el que domine (boicotearle su control) o bien le podemos prescribir lo siguiente: desde hoy hasta que nos volvamos a ver en cada relación sexual deberás de ponerte abajo, quieta como si fueras una bella estatua y al marido pedirle que se ponga arriba y empiece a hacerle lo que cree que le dará el máximo placer, de nuevo a ella, prohibirle sentir absolutamente nada de placer.
La comunicación que el terapeuta usa con este tipo de pacientes es una comunicación sugestiva-inductiva en las primeras sesiones.
2. Lo busco y lo encuentro y no puedo dejar de buscarlo y encontrarlo
La buscadora de sensaciones que sedada de tanto placer, necesita cada vez más y más para sentir algo, llegando incluso a ponerse en peligro.
Imaginaros: esa bailarina que no para de bailar, baila tanto, hasta el punto que tiene llagas en los pies. Es el grupo de pacientes donde el placer concedido al extremo no solo no da placer sino que puede hacernos daño.
La relación a establecer es de experta del placer a experta, con mucha complicidad, con actitud muy abierta en las diferentes formas de experimentar el placer.
Debemos hacerle sentir que está en una trampa y que como maestras del baile, nosotras si sabemos gozar y conocemos un secreto que ella desconoce, el secreto del placer.
Para poder llevarla a dosificar la cantidad del placer y llevarla a pensar que cuanto más retrase y dosifique el placer, más placer obtendrá. La comunicación que deberá usar el psicólogo estratégico será de tipo demostrativa-explicativa.
3. No se como buscarlo y no lo encuentro
Imaginaros unas mujeres que en una sala de baile no se atreven, no quieren bailar o si bailan manifiestan que no están a gusto: Cómo seríais con ellas para conseguir que bailen con vosotros? Cariñosos, afectuosos, pacientes. Iríais poco a poco para no asustarlas y las llevarías paso a paso a que empiecen a moverse en el baile.
Debemos de usar una comunicación muy sugestiva e inductiva para llevar a la persona a que vaya haciendo pasos para descubrir su sexualidad con ella misma y con la pareja y el placer.
Nuestro trabajo estará cargado de reestructuraciones y una de las prescripciones fundamentales para éstos casos es motivar a la paciente que estudie sobre sexualidad (mitos y realidades) e invitarla a experimentar con la suya propia y probar nuevas posturas.
4. No lo busco y no lo encuentro
En este grupo encontramos mujeres que se han rendido porque antes formaban parte del primer tipo. Han pasado de buscar sitios para aprender a bailar a ya no querer saber nada del baile.
Mujeres que creen que esto del orgasmo en pareja es una mentira universal; piensan que hay muchos mitos y ya se conforman con no llegar al máximo placer, convencidas de que hay cosas más importantes en su vida; y las que ya no buscan y rehúyen de ningún tipo de contacto sexual.
Para propiciar la intervención habría que usar un lenguaje muy provocativo y contradictorio, tipo tu haz lo que quieras pero debo de avisarte que si sigues así en poco tiempo se te notará en la cara. Nuestra relación será también contradictoria, pasaremos de ser cariñosos y afectuosos a fríos y serios.
Formarían parte también las señoras que tienen problemas psicológicos que le bloquean el área sexual, como traumas sexuales, miedos, problemas de pareja, ansiedad, depresión, etc. En estos casos, debemos de usar la comunicación y relación teniendo en cuenta el tipo de trastorno y luego ver si mejora el área de la sexualidad. Si sigue bloqueada, intervenimos. Nunca debemos intervenir la anorgasmia antes de resolver estos problemas.
Para finalizar, y según mi experiencia, en el ámbito donde más mienten las mujeres es justamente en éste, fingen tener orgasmos. De hecho la estratagema más utilizada de las mujeres en la cama es: crear de la nada y madre mía la imaginación y habilidad que tienen algunas!
Mentir en este campo hasta cierto punto es sanísimo para la supervivencia de la pareja, porque se suele hacer con el objetivo de preservar la pasión, pero un abuso reiterado en el tiempo puede crear un problema.
En conclusión, recordad que debemos ser muy flexibles y abiertos en esta área, tanto en la estrategia comunicativa como en las directrices, porque desconocemos el ritmo de la música real de nuestra paciente y éste nos puede llegar a sorprender.
El sexo es algo natural, pero nuestra mente nos aleja de esta condición, así pues, cuando recuperemos este lado animal y visceral puede pasar cualquier cosa. Marilyn Monroe dijo: Si el sexo forma parte de la naturaleza, yo me llevo de maravilla con la naturaleza .
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