Anorgasmia
Algunos mitos relacionados al orgasmo femenino
¿Qué puedes hacer?
¿Qué pasa con los vibradores?
Anorgasmia. La anorgasmia es la incapacidad de alcanzar el orgasmo y se cree que ocurre en aproximadamente el 10% de las mujeres. La anorgasmia puede ser primaria ( una mujer que nunca ha sido capaz de alcanzar un orgasmo por ningún medio) o secundaria (una muer que ha experimentado un orgasmo en algún momento del pasado). También puede ser global (el orgasmo no es experimentado por ningún medio) o situacional (el orgasmo puede ser experimentado en ciertas situaciones sexuales, pero en otras no, por ejemplo, con la estimulación manual, pero no con la relación sexual).
Existen varios mitos sobre el orgasmo. Estos mitos a veces pueden causar problemas para las mujeres y sus parejas.
Mito: Un orgasmo es siempre una experiencia donde “se nos mueve el piso” y hay algo malo en una mujer si no es capaz de alcanzar el orgasmo.
Realidad: Algunas mujeres tienen orgasmos y no lo saben. Algunas mujeres no experimentan el orgasmo en el sentido de sentir las contracciones en los músculos del suelo pélvico. Ellas, no obstante alcanzan un pico de excitación después de lo cual se sienten muy relajadas y contentas, los mismos sentimientos que otras mujeres experimentan después del orgasmo. Por el contrario, las mujeres que se ven muy excitadas y no experimentan el orgasmo a veces se sienten “nerviosas” e incluso tienen un malestar de dolor en la pelvis.
Mito: Las mujeres “normales” llegan al orgasmo a través del coito.
Realidad: Sólo alrededor de un tercio de las mujeres experimentan el orgasmo con regularidad durante el coito. Otro tercio puede alcanzar el orgasmo durante el coito, pero necesitan una estimulación extra. El otro tercio nunca alcanzan el orgasmo durante el coito, pero pueden hacerlo mediante la estimulación manual y oral. Tener orgasmos por otros medios distintos al coito es una variación normal de la sexualidad femenina. En el pasado, se pensaba que las mujeres “maduras” solo tenían sus orgasmos durante el coito, sin embargo, estudios de laboratorio en la década de 1960 mostraron que un orgasmo es un orgasmo, no importa la forma en que se obtenga. El cómo una mujer alcanza el orgasmo no tiene nada que ver con su salud mental o madurez emocional.
Mito: La incapacidad para alcanzar el orgasmo o anorgasmia significa que una mujer es “frígida” o que hay algo seriamente mal con ella o su relación.
Realidad: Las mujeres que eran capaces de tener orgasmos en el pasado, pero ya no pueden hacerlo pueden estar sufriendo de un problema médico o un efecto secundario de la medicación. Las mujeres que nunca han tenido un orgasmo, pueden no haber aprendido qué tipo y duración de estimulación necesitan.
Mito: Si una mujer no puede alcanzar el orgasmo, entonces su compañero no es un amante hábil.
Realidad: Si bien hay muchas maneras en que una pareja amorosa puede ayudar a que una mujer alcance el orgasmo, al final, la mujer es responsable de su propio placer sexual. Esto no significa que la pareja no debería participar. La comunicación entre ambos es muy importante. Depende de la mujer informar a su pareja sobre sus gustos y disgustos al hacer el amor.
Mito: Una mujer tiene que tener un orgasmo con el fin de disfrutar del sexo. Este mito parece ser más común entre los hombres que entre las mujeres.
Realidad: Muchas mujeres disfrutan de la cercanía y la intimidad física del sexo y quedan satisfechas, incluso si no tienen, o no siempre tienen, un orgasmo.
¿Qué se puede hacer?
Relájate. Es posible que estés esforzándote mucho, debes centrarte en disfrutar el proceso, no en sí tendrás o no un orgasmo.
Comunica. Comunícale a tu pareja tus preferencias cuando se trata de sexo. Tu pareja no puede leer tu mente.
Anima. Si tú o tu pareja están haciendo algo placentero, anima a tu compañero a continuar.
Disfruta. Aprende a disfrutar y sentirte cómoda con tu sexualidad. Tu actual incapacidad para tener un orgasmo no es un reflejo de tu feminidad, salud psicológica o emocional.
Fantasea. Algunas mujeres tienen dificultad para concentrarse durante las relaciones sexuales. Si es ese el caso, es posible que desees fantasear, es decir, pensar en algo sexual puede excitarte y puede reducir las emociones negativas. Si sientes que estás muy cerca de alcanzar un orgasmo, aprieta y relaja alternativamente los músculos del suelo pélvico. A veces esto puede desencadenar un orgasmo real.
Pide. Para algunas parejas, hacer el amor termina una vez que el hombre eyacula. A menudo, en este momento la mujer está muy excitada. Si es este el caso, puedes pedirle a tu pareja que te continúe estimulando con sus manos o la boca una vez que haya terminado. Algunas mujeres se sienten incómodas haciendo esto, pensando que esto es egoísta o que su pareja se aburrirá. De hecho, tu pareja puede disfrutar mucho de darte placer. En lugar de ser egoísta, le estarás dando a tu pareja la oportunidad de complacerte.
¿Qué pasa con los vibradores?
Los vibradores constituyen la oferta más intensa de estimulación que se puede obtener, ya sea con la relación sexual o la estimulación manual. Pueden ser especialmente útiles si tienes una enfermedad que hace que sea difícil llegar al orgasmo, como la esclerosis múltiple. Pueden ser utilizados por ti o junto a tu pareja como parte de su hacer el amor.