¿Cómo decir que no sin sentirse culpable? ¿Cómo decir que no sin ofender? ¿Cómo decir que no sin lastimar?
Son preguntas típicas que la mayoría de las personas se hacen.
¿Por qué una palabra tan simple y corta nos resulta tan difícil de pronunciar? La respuesta es muy sencilla. Búsqueda de aceptación, aprobación y aprecio. En un post anterior te mostré 5 señales del por qué ser demasiado complaciente con los demás afecta a tu vida y a tu salud mental. Puedes leerlo >>aquí<<
Para complementar ese artículo, quiero darte algunas herramientas para ayudarte a decir No en cualquier situación que se te presente. Y para eso es importante que entiendas que:
Tienes derecho a DECIR NO. No es tu obligación quedar bien con todos.
De hecho es algo prácticamente imposible querer complacer a todo el mundo. Esa es la fórmula perfecta para el fracaso.
Tampoco tienes porque sentirte culpable, una forma de evitar el sentimiento de culpa es recordando que:
Eres libre de decidir lo que quieres hacer y eso incluye DECIR NO.
Solo tú decides que hacer y nadie puede chantajearte utilizando la amistad, el parentesco o cualquier otro medio.
¿Pero cuando decir que Si y cuando decir que No?
Cuando tú quieras, cuando realmente lo desees a pesar de las circunstancias, problemas y sacrificios. Decir que si es negativo cuando en realidad no deseas hacer lo que los demás te piden. La clave está en el respeto por ti mismo y por los demás.
Teniendo eso en mente pasemos a los tips para aprender a DECIR NO
1. Conoce tu no.
Identifica que es importante para ti y que no lo es. Si no sabes dónde quieres pasar tu tiempo, no sabrás donde no quieres pasar tu tiempo. Antes de que puedas decir no con confianza, tienes que tener la certeza de que quieres decir no. Sigue los demás pasos.
2. Sé agradecido.
Casi nunca es un insulto cuando la gente te pide un favor. Te están pidiendo ayuda porque confían en ti y creen en tus capacidades para ayudar. Así es que dales las gracias por pensar en ti o hacerte la consulta / invitación. No te preocupes; esto no necesariamente conduce a un sí.
3. Di NO a la petición, no la persona.
No estás rechazando a la persona, simplemente rechazas su invitación. Esto que quede claro. Hazle saber lo que respetas de el -tal vez admiras el trabajo que está haciendo, o reconoces su pasión o generosidad-. Simplemente siendo educado y amable le harás saber que no le estás desechando.
4. Explica por qué.
Los detalles de tu razón para decir que no hacen muy poca diferencia. Sin embargo, tener una razón lo hace. Tal vez estás demasiado ocupado. Puede que no sientas ganas de hacer lo que te estén pidiendo. Se honesto del por qué estás diciendo que no.
5. Se firme con los insistentes.
Algunas personas no se dan por vencidos fácilmente. Están en todo su derecho. Pero sin violar ninguna de las reglas anteriores, date permiso para ser tan agresivo como lo son ellos. Te respetaran por ello.
6. Practica.
Escoge algunas situaciones fáciles, de poco riesgo en las cuales practica diciendo que no. Di que no cuando un mesero te ofrece postre. Di que no cuando alguien intente venderte algo en la calle. Entra a un cuarto y cierra la puerta, y di que no en voz alta diez veces. Parece una locura, pero créeme… te ayudara muchísimo a ser más decidido a la hora de decir no.
7. Establece un No preventivo.
Todos conocemos a ciertas personas en nuestras vidas que tienden a hacer peticiones repetidas, a veces costosas para nosotros. En esos casos, es mejor decir no antes de la solicitud, incluso ya en juego. Deja que la persona sepa que estás enfocado en un par de cosas en tu vida y trata de reducir tus obligaciones en todas las demás áreas.
Si es tu jefe que tiende a hacer las solicitudes, habla con el anticipadamente sobre dónde pretendes pasar tu tiempo. Entonces, cuando las peticiones lleguen, puedes hacer referencia a tu conversación anterior.
8. Prepárate para perder.
Algunos tenemos dificultades para decir no porque odiamos perder una oportunidad. Y decir no siempre conduce a una oportunidad perdida. Pero no es sólo una oportunidad perdida; es un sacrificio. Recuerda que cuando estás diciendo no a la solicitud, al mismo tiempo estás diciendo sí a algo que valoras más que la solicitud. Ambos son oportunidades. Sólo estás escogiendo uno sobre el otro.
9. Reúne tu valor.
Si eres alguien que está acostumbrado a decir Sí, necesitaras mucho coraje y valor para decir NO, especialmente si la persona que solicita no se rinde fácilmente. Puedes sentirte como un mal amigo. Puedes tener la impresión de que estás decepcionando a alguien o no estas a la altura de las expectativas y tal vez te imagines que serás mal visto por muchos. Esas cosas podrían ser el costo de rescatar tu vida. Necesitarás coraje para aguantarlos.