Generalmente, los deportistas son personas que despiertan admiración y respeto a su alrededor. Y su mentalidad tiene mucho que ver con este hecho. ¿Cuáles son las grandes virtudes que definen la mentalidad de un buen deportista?
Perseverancia
Mientras que muchas personas tiran la toalla en el propósito de hacer deporte de manera regular, un deportista tiene la constancia de seguir con los objetivos marcados. Tiene más razones que excusas para continuar con su plan de acción. Esta constancia genera una mentalidad que puede aplicarse a cualquier ámbito de la vida.
Motivación
Tener una motivación significativa en la vida es un gran aliciente de bienestar. Desde esta perspectiva, los amantes del deporte son un claro ejemplo de cómo llevar al máximo nivel este propósito de entrenar. De hecho, la motivación por el deporte puede compensar otras carencias de los días más difíciles. La motivación siempre se alimenta de buenas razones, un claro síntoma de inteligencia emocional.
Mentalidad pragmática
La vida es práctica, sin embargo, el punto débil de quienes se quedan en el plano de la inactividad es que son expertos en teoría, sin embargo, tardan tiempo en dar el salto a la experiencia. Los deportistas materializan las decisiones más importantes en ese campo de actuación en el que los resultados se miden de manera objetiva en la realidad misma.
Esfuerzo
Por muy motivado que esté un deportista, por ilusión que tenga en lograr una meta, no puede estar en la cima sin el esfuerzo necesario. Un esfuerzo que se traduce en el hecho de tener la capacidad de continuar con el plan marcado más allá del estado de ánimo del momento o de las dificultades del día a día. El deportista hace posible lo que para muchas otras personas parece imposible. Integra en el plan de vida un guión realista para practicar deporte a través de una óptima gestión del tiempo.
Actitud
La actitud no se compra en la farmacia a modo de una medicina que cambia el ánimo. La actitud es una forma de ser y estar en la vida. Y el deportista a través de su propio ejemplo se convierte en un motivo de inspiración para los demás. Es un referente de vida sana para las nuevas generaciones. Es la actitud de la promoción de la salud como un pilar fundamental.
Control del pensamiento
Con frecuencia, el verdadero límite de la persona no está en el plano físico sino en el ámbito emocional. Y el deportista ha alcanzado la madurez necesaria para tener un óptimo control del pensamiento al gestionar mejor ese diálogo interior que late con tanta frecuencia en el estado de ánimo. El deportista es experto en enviarse palabras de ánimo a sí mismo cuando un factor parece ponerse en contra. De este modo, el pensamiento se convierte en un estímulo para alimentar la fuerza de voluntad, en lugar de ser un enemigo en contra.
¿Cuáles son, desde tu perspectiva, aquellas cualidades que forman parte de la mentalidad de un deportista?