Todos deseamos ser felices, sin embargo, con relativa frecuencia, somos nosotros mismos quienes nos ponemos la zancadilla a través de errores que no rectificamos. Fallos que conducen a la insatisfacción de vivir en un nivel de conciencia superficial. La verdadera felicidad es aquella que se nutre de la reflexión. Aquellas personas que aseguran no arrepentirse de nada de lo que han hecho en su vida, tal vez no son del todo sinceras consigo mismas o no se toman el tiempo necesario para meditar al respecto. ¿Qué errores no te dejan ser feliz?
1. Querer ser mejor que los demás
Tu misión en esta vida no es ser mejor que nadie. Tu misión en esta vida, tu reto apasionado, es ser tu mejor versión en el mejor de los escenarios posibles. El mejor escenario siempre es el ahora. Por tanto, evoluciona, crece e ilusiónate con integrar tus aprendizajes pasados en el presente. Sin embargo, no vivas con la angustia constante de la comparación, con la tendencia habitual de compararte con los demás.
2. Guión de vida
Tú no tienes que cumplir ningún guión de vida establecido, un guión que otras personas han diseñado para ti. Tú no estás aquí para cumplir con las expectativas que tus padres han depositado en ti. Eres una persona con potencial para ser autónoma e independiente. Por tanto, si quieres cambiar y evolucionar, entonces, también tienes que marcarte ese objetivo. El objetivo de no limitarte en el guión de vida que otras personas han diseñado para ti cuando tú puedes dibujar tu propio mapa.
3. Vivir enfadado con otra persona
Si vives enfadado con alguien de tu entorno, haz las paces. Aunque no tengas un vínculo íntimo con esa persona, pasa página. Existe una gran diferencia entre ser íntimo de alguien o estar enemistado. Por tanto, la cordialidad es un punto muy agradable, un escenario cómodo para vivir. Por ejemplo, cuando vas por la calle y temes encontrarte con una persona con la que estás enemistado, reflexiona al respecto. ¿Vas a pasar toda la vida huyendo?
4. Vivir siempre en el futuro
Lo hacemos con mucha frecuencia. Así ocurre, por ejemplo, cuando estamos inmersos en planes y objetivos que nos llevan a estar constantemente condicionados por los resultados. Los resultados son agotadores y nos llevan a una mentalidad pragmática que puede producir estrés cuando siempre estamos enfocados en aquello que está por llegar. Deja de vivir en el futuro porque allí no está tu hogar. La raíz de tu vida está en el presente.
5. Decir sí cuando quieres decir no
“Sí” y “no”, dos palabras tan breves, tan sencillas y tan cotidianas, tienen tanto significado que bien merece la pena que reflexiones sobre el uso que haces de estos monosílabos. ¿Dices con frecuencia sí a algo que no quieres realmente? ¿Cierras puertas cuando en realidad deseas abrirlas? Entonces, deja de vivir en el dilema de la eterna contradicción. Aprende a ser coherente con el dictado de tu propio corazón y busca la coherencia interior que es aquella que te lleva a la paz del ánimo.
Los errores son humanos, pero también es de sabios aprenden de ellos. De este modo, los errores te hacen alguien fuerte en lugar de vulnerable.