La gripe es una enfermedad frecuente durante el invierno, por esta razón, en este tiempo conviene maximizar la prevención. Afortunadamente, en los países desarrollados, la gripe es una enfermedad muy tratable. Sin embargo, conviene no infravalorar la gravedad que puede tener la enfermedad si se produce algún tipo de complicación asociada a la edad, por ejemplo. En algunos casos, la gripe puede ser causa de muerte, incluso.
La vacuna va más allá de la prevención individual
La vacuna es una forma de promoción de la salud frente a la gripe. Es decir, por medio de la vacunación se protege a la persona pero no solo a ella, sino que también se previene el contagio como foco habitual de aumento de casos. Es esencial que se vacunen aquellas personas que se encuentran en grupo de riesgo, por ejemplo, los ancianos. La frecuencia de esta vacuna es anual. Además, muchos profesionales también deben vacunarse por su propio contexto laboral si son vulnerables de contraer la enfermedad y contagiar a otros.
Sigue los consejos de tu médico y tu farmacéutico como fuentes de autoridad en salud.
Cuidado de la higiene corporal
Un gesto tan sencillo como lavarte las manos con frecuencia puede optimizar la resiliencia corporal frente al virus de la gripe. Por esta razón, toma conciencia de este sencillo gesto que te protege a ti, y también, previene el contagio. Por medio de las manos se transmiten muchos gérmenes. Además, no solo laves tus manos con agua y jabón cuando estén sucias, sino también, antes de comer, por ejemplo.
El descanso activa tus defensas
Ten presente que tu cuerpo tiene su propia sabiduría interior, por tanto, puedes hacer uso de las medicinas naturales que no producen ningún tipo de efecto secundario adverso, por ejemplo, un correcto descanso. Al dormir, tu cuerpo y tu mente se regeneran y, de este modo, aumentas tus defensas.
Ventilar la casa y el despacho
La ventilación es fundamental para que se renueve el aire en una estancia. Por tanto, conviene abrir las ventanas no solo en casa, sino también, en el lugar de trabajo. Este sencillo gesto también es una fórmula de prevención frente a la gripe.
No confundas la gripe con el resfriado
Parecen semejantes pero son muy diferentes. Una de las señales por las que puedes reconocer la gripe es que el malestar que produce es repentino y te deja debilitado de golpe, es decir, sin preaviso. Sin embargo, el resfriado sí produce esa sensación gradual de malestar, comienzas a notar los primeros síntomas antes de que el diagnóstico sea totalmente visible.
Evita fumar
El tabaco está muy vinculado con las posibles complicaciones que pueden surgir a partir de un diagnóstico de gripe. Si quieres empezar a cuidar tu salud integral, intenta dejar el tabaco.
Utiliza pañuelos de papel
Utiliza pañuelos de papel y tíralos de forma inmediata después de haberlos usado. No los guardes en tus bolsillos, por ejemplo.