Si quieres ser bueno en cualquiera de las habilidades que desees desarrollar, no te preocupes por no estar motivado. Simplemente disfruta de la alegría de la práctica de algo que puede ser bueno para tí. Es increíble, cuando estás aprendiendo algo nuevo, hay una sensación maravillosa de ganas, y esa misma sensación es la que te puede ayudar a motivar.
¿Qué hábitos entonces debes practicar? Tres habilidades simples que se pueden convertir en hábitos con la práctica repetida.
Los 3 hábitos que trabajan para tí son acerca de hablarte a tí mismo, sí, de verdad, son preguntas que debes hacerte, y ellas son:
Habito 1: preguntate “¿Qué es lo que voy a hacer a continuación?”. En lugar de tener una larga lista de cosas que quieres hacer hoy, elige una sola cosa que quieres hacer y hazla!. En lugar de decir que vas a hacer ésta importante tarea en algún momento del día, decide hacerlo ya mismo. En lugar de estar con varias páginas webs abiertas que te distraen, escoje una cosa y céntrate en ella. No importa lo que es, pero trata de diferenciar las cosas que son realmente importantes en tu vida de las distracciones.
Hábito 2, hazte la siguiente pregunta: “¿Cuál es el paso más pequeño que puedo hacer?”. La mayoría de nosotros tenemos una lista (mental o digital o en papel) en la que nuestro subconsciente piensa: “Eso es muy difícil de hacer, no podré.” Y así lo terminamos dejando fuera de la lista, pero queda ahí en un rinconcito de nuestra mente. Eso es porque estamos pensando en un proyecto en general, que está formado por muchas partes y tiene muchas tareas para poder completarse. Lo que tienes que pensar es en las pequeñas tareas que forman parte de ese proyecto. Intenta dar un pequeño paso que te ayude a conseguir ese proyecto u objetivo, e irás sumando poco a poco y estarás más cerca de conseguirlo, como ya habrás oído por ahí “para llegar a la meta hay que dar el primer paso”.
Hábito 3, hazte la siguiente pregunta: “¿Qué me está parando para que pueda centrarme en ese pequeño paso?. Incluso si has descubierto una tarea para centrarse en ella, todavía habrá distracciones o resistencias. Si ves que no puedes comenzar inmediatamente a dar el primer paso hacia la siguiente tarea, pregúntate por qué. ¿Qué es lo que te detiene? ¿Se puede resolver éste problema? Cierra todas las pestañas del navegador, apaga el teléfono, pide a tu compañero o familia que te dejen 30 minutos de tiempo para poder enfocarte. La solución más fácil llega por lo general cuando cierras todas las distracciones, algo un poquito difícil en el día de hoy en el que vivimos tan conectados..pero no imposible. Entonces cuando visualices la solución empezarás a moverte poniendo el pié en el escalón más pequeño.
Una vez que hayas hecho esto, repite éste proceso, cada vez que puedas, te dará confianza. Luego tómate 20 minutos de desconexión como recompensarte. Esa es la sesión de entrenamiento. Si puedes hacer varias sesiones de entrenamiento en las emana, obtendrás muy buenos resultados para lograr los objetivos que te propongas.
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