Quiero que te pongas cómoda, y que te asegures que no tengas interrupciones
durante el mismo.
Vas a escribir un cuento. Para ello quiero que traigas a tu mente a una
persona que te haya lastimado alguna vez, sea quien sea, no tiene que ser
necesariamente tu pareja, puede ser uno de tus padres, un familiar, amigo, jefe,
etc., y a una mujer, a la que más quieres en este mundo, que puede ser tu mamá,
una amiga, hermana, etc.
Visualízalas, y empieza a narrar tu historia, que será una escena donde esta
persona está haciendo aquello que te ofendió. No tiene que ser gritos o violencia
física necesariamente, puede ser una crítica, alguna conversación destructiva,
etc., pero esta vez no es hacia ti, sino a la mujer que elegiste.
La ventaja es que tu le vas a dar un final diferente. Tu eres la heroína. Vas a
describir la escena y cómo salvarías a esa persona indefensa.
Este ejercicio tiene algunos objetivos: primero, que entiendas que esa
persona no cambiará aunque esté con alguien más, el es responsable de lo que
ocurrió..
Segundo, que compruebes que así como eres capaz de hacer todo por los
que amas, tienes la misma fuerza para hacerlo contigo.
¿O acaso tus sentimientos no valen lo mismo? ¿Qué te hace diferente?
En base a lo que reflexionaste, responde estas preguntas en tu cuaderno:
¿Querrías que alguien a quien tú valoras fuese tratada de esa manera?
Si supieras que tratan de esa manera a tu hija (o a tu amiga, tu hermana o
tu madre), ¿qué te gustaría que hiciera para defenderse?
¿Por qué no te parece bien que a ella la traten así, pero a ti sí?
¿Qué te pareció? Estos son puntos sumamente importantes. Formúlate las
preguntas del ejercicio una y otra vez y tómate a menudo el tiempo necesario
para responderlas. Úsalo para reforzar tu decisión de cambiar.
Fuente: este post proviene de Psicología de los trastornos alimenticios, donde puedes consultar el contenido original.
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