Causas de la decepción crónica
Existen momentos en los que entramos en un bucle de negatividad. Situaciones en las que todo el mundo te decepciona. Sin embargo, cuando estamos en este punto, el problema está generalmente en nosotros y no en los demás. Es decir, en esta situación es habitual que hayamos puesto unas expectativas tan altas en los demás que todo nos resulta poco.
Por esta razón, si te encuentras pasando por una situación de este tipo rebaja tu nivel de expectativas para poner más responsabilidad en ti y menos en los demás. Evidentemente, hay motivos de decepción que son objetivos. Sin embargo, existen otros muchos que simplemente son el resultado de las distintas perspectivas que dos personas tienen sobre la vida. Y en ese caso, conviene observar con naturalidad este punto para no hacer un drama de todo ello.
Si realmente existe un motivo de decepción objetivo lo vas a saber. Es decir, en tu interior serás capaz de poner nombre a esa circunstancia. Por el contrario, si se trata de una insatisfacción que tal vez tiene más que ver con tu propia insatisfacción personal ante tu vida presente, también lo vas a saber. Solo es cuestión de ser sincero contigo mismo, encontrar tiempo para pensar y elegir aquello que quieres con el corazón.
Los demás nos decepcionan cuando nos olvidamos que cada persona tiene su propia historia, sus dificultades. Es decir, cada ser humano convive con sus propios retos y luchas interiores. Por esta razón, intenta tener empatía para asumir que cada ser humano tiene su propio recorrido vital.
A veces, la decepción parte de la propia soledad. Es decir, en situaciones de soledad una persona puede poner unas expectativas infinitas en los demás. También podemos sentir decepción, sencillamente, porque estamos depositando altas expectativas en alguien que no las ha puesto en nosotros. Es decir, estamos dando mucho a quien no nos ha pedido tanto y no tiene ese interés. Tanto la amistad, como el amor o cualquier vínculo que se mantiene a lo largo del tiempo, parte de un acto continuo de dar y recibir.
También podemos sentir decepción porque hemos elegido malas compañías o personas que nos hacen sentir más solos todavía. Esto puede ocurrir con aquellas personas que te juzgan de un modo habitual y ponen a prueba tu propia seguridad. La decepción es saludable y humana, sin embargo, es muy negativa cuando se hace crónica. Por esta razón, intenta hacer algo al respecto, identifica la causa y busca un remedio. Implícate en la búsqueda de tu propia felicidad a través de acciones que de verdad guían tus pasos hacia metas que dependen principalmente de ti.
Toma papel y lápiz y anota tus sentimientos. La escritura es muy saludable porque te permite expresar emociones que tal vez no soltarías de otro modo. Puede que incluso se den algunos sentimientos que consideran negativos. Sin embargo, conocerte a ti mismo siempre es positivo.
También te interesará leer:
Formas Sencillas de Hacer Felices a los Demás
Fuente: este post proviene de PsicologiaYAutoAyuda_Com, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: