La filofobia es el miedo a enamorarse y uno de los temores que más se han incrementado en las últimas décadas. Pero, ¿Qué se esconde detrás de esta dificultad para empezar y mantener una relación afectiva? Antes de nada, todas las fobias mantienen un patrón común que se basa en el rechazo o alejamiento de una situación, objeto, animal o persona.
Se caracteriza porque la presencia de ese factor provoca un estrés físico y emocional tan importante que el individuo siente una profunda ansiedad que le dirige hacia la huida del elemento estresor. Incluso existe la posibilidad de que se sufran ataques de pánico o enfermedades psicosomáticas importantes.
¿Qué es la filofobia?
Aunque la filofobia en sí misma no aparece mencionada como trastorno, se podría recoger en el DSM-IV, el manual de diagnóstico estadístico de trastornos mentales, como una fobia específica. Algunos desórdenes como la ansiedad generalizada, de hecho, suelen ir acompañados de ciertas fobias.La filofobia incluiría el miedo intenso y persistente a implicarse sentimentalmente. En los casos más extremos esta imposibilidad incluiría cualquier relación emocional (amistad, familia…).
Síntomas de las personas con filofobia
Aunque la filofobia es una fobia muy asociada a la sociedad del siglo XXI, cuenta con unos síntomas comunes a todas las fobias como son:Ataques de pánico
Alteraciones en los patrones de sueño
Evitación
Arritmias
Sudores
Rigidez muscular
Ansiedad La sintomatología propia y diferenciada puede incluir:
Imposibilidad de establecer lazos emocionales profundos
Ambivalencia de sentimientos
Actitudes impulsivas Una persona con filofobia se mostrará interesada de una manera superficial por diferentes individuos sin que aumente la intimidad ni la implicación emocional. La comunicación será rígida y superficial. En el caso de que la persona que reciba las atenciones desee una relación afectiva más profunda, la persona con filofobia evitará este vínculo a pesar de que lo puedan desear internamente.
Aunque ya ha sido nombrado por varios expertos, lo cierto es que la filofobia aún se ha estudiado lo suficiente por lo que se debe tomar toda esta información como fuente provisional hasta que existan evidencias.
¿Realmente existe la filofobia?
En la actualidad, tendemos a querer explicarlo todo en términos psicológicos y, aunque nos puede ayudar enormemente el etiquetaje de los trastornos mentales, existen determinadas actitudes como el miedo al rechazo que suelen ser fruto del aprendizaje recibido a lo largo de la infancia y la adolescencia.Este artículo no es, en ningún caso, válido para el autodiagnóstico. La valoración de la existencia de filofobia deberá realizarla un profesional.
Autora: Álex Bayorti (colaboradora de nuestro blog)