Hoy nos centraremos en una de las lesiones más frecuentes, sobre todo, cuando empezamos a correr: la periostitis. Noemí Martínez, nuestra experta en fisioterapia y entrenamiento, nos dará unos consejos para salir de ella a las primeras de cambio, porque ¡no podemos dejar de quemar kilómetros!
La periostitis es un dolor o molestia que se manifiesta principalmente con un síntoma claro: pinchazos o intenso dolor en la parte anterior de la tibia, siempre junto al hueso y en diferentes puntos del mismo. Y es que, ésta lesión, no es ni más ni menos que la inflamación y sensibilidad de la membrana que recubre todo los huesos de nuestro cuerpo. Esta membrana es el periostio y que a su vez, está formada por vasos sanguíneos y nervios. Es por ello que, al inflamarse, provoca ése dolor intenso.
Hay que detectar a tiempo esta molestia para actuar rápidamente, y evitar otras lesiones por hacer un mal gesto para evitar el dolor, o directamente, empeorar y tener que parar la rutina diaria de entrenamiento. Hay varios factores que pueden provocar una periostitis: calzado inadecuado; uso o no de plantillas correctoras (o plantillas que necesitan de corrección); correr en terrenos duros de manera repetida, etc. Debes tener en cuenta que el running es un deporte de impacto, y que si por ejemplo, no estás teniendo la pisada adecuada a tus características y además, estás abusando de correr en carretera, puede ser que sufras las típicas molestias de periostitis. Tu pisada es muy importante, y puede ser determinante a la hora de lesionarte. Pero…¡no sufras! nuestra experta en fisioterapia y entrenamiento, Noemí Martínez nos manda unos consejos claves para recuperarnos si aún previniéndola, sentimos los primeros síntomas.
La #Periostitis es una #lesión leve siempre y cuando pongas solución de inmediato. #running - Tuitealo
Al mínimo síntoma que te haga sospechar padecer periostitis, lo primero que debes hacer es evaluar si has tenido algún cambio en tu rutina diaria (no sólo de running). Ya sea cambiar el calzado, haber tenido otras molestias o incluso, cambiar el sitio dónde corres habitualmente.
Ponte hielo en la zona, dos veces al día durante 5-10 minutos, controlando que no esté en contacto directo y puedas quemarte. Es muy importante ser constante, ya que esto ayudará a desinflamar la zona.
Acude lo antes posible al fisioterapeuta para que te haga una valoración más en profundidad y descargue la zona con alguna técnica específica según la características de tu lesión y tus necesidades de movilidad. En caso que te resulte imposible acudir al especialista y el dolor es muy leve puedes poner en práctica el siguiente remedio casero:
– Coge algún tipo de crema o aceite que te permita hacer un masaje que resbale por la zona para poder trabajarla.
– Coloca la pierna sobre un objeto a una altura inferior de donde estás sentada (silla, sofá, taburete…) y que deje el gemelo sin tensión, completamente relajado.
– Pon crema o aceite sobre la tibia y trabaja la zona del hueso que te duele. Debemos poner el dedo como si intentásemos separar el hueso del músculo. Es doloroso, pero al inflamarse el periostio, lo que sucede es que la membrana se adhiere al hueso.
– Volver a poner hielo para desinflamar.
Si los síntomas persisten deberías tener en cuenta adoptar alguna de las siguientes acciones: disminuir los kilómetros, sustituir el running por otros deportes sin impacto (elíptica, natación, etc) por unos días o incluso descansar. Aún así, siempre que se pueda, se recomienda acudir a un especialista. Es importante detectar el motivo por el cual ha aparecido la molestia para solucionarlo.
Y por supuesto, no olvides estirar siempre después de correr!
¿Has sentido alguna vez éste dolor punzante en la zona de la tibia? ¿cómo lo solucionaste? ¿detectaste la causa de la lesión?
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