Protégete del sol. En las vacaciones solemos pasar mucho tiempo realizando actividades al aire libre, y a veces nos olvidamos de lo perjudicial que puede llegar a ser el sol. Sin embargo, debemos evitar exponernos demasiado a las radiaciones UVA y UVB, sobre todo en el horario comprendido entre las 11:00 y las 16:00, cuando el sol es más fuerte. Se recomienda cubrirnos con camisetas, camisas y sombreros, así como usar crema protectora de factor 30 o superior en las áreas que queden descubiertas.
Bebe abundante agua. Beber agua siempre es importante durante todo el año pero en verano es una necesidad de primer orden porque nuestro cuerpo suele deshidratarse con mayor facilidad debido a las elevadas temperaturas y a la pérdida de líquidos a través del sudor. Lo ideal es consumir alrededor de 2 litros de líquido al día, preferentemente agua, pero también podemos mantenernos hidratados recurriendo a zumos, frutas y verduras.
Cuida tu alimentación. Por lo general, durante las vacaciones solemos abandonar nuestros buenos hábitos alimenticios y nos permitimos pequeños caprichos como los dulces, los snacks, las bebidas alcohólicas o los refrescos. Sin embargo, en vacaciones también es importante controlar lo que comemos porque de ello dependerá, en gran medida, que nos mantengamos saludables y con energía para enfrentar las actividades que habíamos planificado. Lo ideal es aumentar el consumo de frutas y verduras, que además de resultar beneficiosas para nuestra salud intestinal, nos ayudan a mantenernos hidratados.
Presta atención a los pies. Los pies nos sostienen gran parte del día, pero a menudo no les prestamos la atención que necesitan sino que los descuidamos. Por eso, los especialistas recomiendan lavar los pies al menos dos veces al día, para refrescarlos y mantenerlos limpios. Luego, se deben secar cuidadosamente. También es aconsejable utilizar zapatos cómodos, flexibles y de anchura adecuada a la forma de nuestros pies. Así podremos evitar rozaduras y ampollas. Además, intenta que sean zapatos abiertos o con pequeños orificios que permitan la transpiración.
Evita la ropa demasiado ajustada. La ropa demasiado ajustada no solo resulta incómoda para movernos libremente, sino que además provoca la retención de líquidos en el cuerpo, sobre todo en las piernas. Por eso, se recomienda que durante las vacaciones usemos ropa cómoda y holgada, que nos haga sentir más ligeros.
Toma las medidas necesarias para viajar al extranjero. Si pensamos viajar a un destino exótico, lo mejor es acudir al Centro de Vacunación Internacional semanas antes de partir. De esta forma podremos vacunarnos e informarnos sobre los posibles problemas de salud que encontraremos. De hecho, se recomienda tener especial cuidado con la comida y el agua que ingerimos, así como evitar las picaduras de insectos.
Prepara un botiquín con la medicación que puedes necesitar. Algunos creen que se trata de una medida innecesaria, pero lo cierto es que resulta conveniente tener a mano los fármacos de primera necesidad, sobre todo si vamos a viajar a un país cuyo sistema de salud no es muy eficiente. En el botiquín puedes incluir algún desinfectante cutáneo, gasas esterilizadas, esparadrapo, así como algún analgésico, un antigripal, antihistamínicos y un antidiarreico. Evidentemente, si tomas algún medicamento particular, también deberás añadirlo ya que es probable que no lo encuentres en tu destino.
Fuente: Vive unas vacaciones saludables - Nutrición Saludable