Vida saludable sobre ruedas
Del abanico de posibilidades que tienes para escoger en cuanto a ejercicios se refiere, el ciclismo pudiese convertirse en tu mejor opción. Al estar sobre ruedas no solo fortaleces tus piernas, aplanas el vientre, tonificas el abdomen y aumentas tu resistencia cardiovascular; también regulas tus niveles emocionales mientras realizas una ruta y disfrutas del paisaje.
El ciclismo se trata de un ejercicio aeróbico que tiene incidencia directa en tu salud cardiovascular. Estudios recientes de la Universidad de Oxford demuestran que practicando el ciclismo de manera interdiaria, se puede contrarrestar el riesgo de infarto en 50% de los casos.
Además de ello, al realizar esta actividad física estás reduciendo el colesterol LDL (colesterol malo) y estimulas tu sistema inmunológico con cada pedaleo. Los fagocitos (las células que comen bacterias) se movilizan rápidamente por tu cuerpo.
Tu vida saludable sobre ruedas también fortalecerá tu zona lumbar y mientras más tengas el hábito de pedalear, podrás prevenir la aparición de hernias discales. Debes tomar en cuenta que no solo se trata de subirse a la bicicleta y andar, pues la postura que adoptes será fundamental para recibir dichos beneficios. Lo recomendable es que te coloques con el torso ligeramente inclinado hacia delante y trabajes el ritmo de los movimientos de cada pierna.
Otra de las razones por la cual debes subirte en una bicicleta es que el pedaleo estimula la circulación, por lo que se previene la aparición de várices y estrías. Ese dato resulta súper importante tanto para los hombres como para las mujeres.
Realizar la jornada de un ciclista te dará un mayor nivel de optimismo. Tu cerebro recibirá oxígeno, verás las soluciones más no los problemas, te sentirás más pleno contigo mismo y tu entorno.
Si tienes tu bici arrumada en cualquier rincón de la casa, estás a tiempo de empezar a pedalear, poner tu vida sobre ruedas y encaminarte por un sendero más sano y pleno.
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