La trombosis venosa profunda se origina tras la formación de un coágulo sanguíneo en alguna de las venas situadas en una zona profunda de alguna parte del cuerpo, generalmente en la parte inferior de la pierna y el muslo. Si bien es una enfermedad que suele presentarse a partir de los 60 años, existe la posibilidad de aparecer a cualquier edad.
Causas
Los coágulos sanguíneos, causa principal de la aparición de la trombosis venosa profunda, pueden formarse por varios motivos, entre ellos:
Un catéter de marcapasos que se ha pasado a través de la vena en la ingle.
Reposo en cama durante un tiempo prolongado.
Antecedentes familiares.
Fracturas en alguna de las piernas o en la pelvis.
Haber dado a luz en el último medio año.
Obesidad.
Cirugía reciente, especialmente en la zona afectada.
Producción excesiva de glóbulos rojos por el organismo, provocando en consecuencia que la sangre se espese y circule más lenta de lo normal.
Además, existen algunos factores de riesgo que pueden influir en que la sangre se coagule, como por ejemplo:
Cáncer.
Algunas enfermedades autoinmunes.
Estados hipercoagulables, ya sean heredados o adquiridos.
Ingesta de estrógenos o anticonceptivos orales, siendo aún más alto si además se fuma.
Síntomas
Cuando aparece el coágulo sanguíneo que provoca la trombosis venosa profunda, aparecen al mismo tiempo unas señales de alerta muy fáciles de detectar como:
Cambios en el color de la piel que tiende hacia el enrojecimiento.
Dolor en la pierna.
Piel que se siente caliente al tacto.
Inflamación de la zona (edema).
Diagnóstico y tratamiento
Además de un examen físico con el que se pueden detectar los síntomas anteriormente mencionados, para diagnosticar correctamente la trombosis venosa profunda el médico recomendará realizar un completo análisis de sangre y una Ecografía Doppler de las extremidades.
Una vez confirmado que el paciente sufre esta patología, el médico prescribirá un fármaco anticoagulante que ayudará a disolver la sangre y evitará que se formen nuevos coágulos o que los ya existentes aumenten de tamaño. No obstante, este tratamiento no dispersara el coágulo o coágulos sanguíneos ya presentes que provocaron la trombosis.
Asimismo, el médico puede recomendar el uso de medias de descanso para usarlas en la pierna o piernas afectadas, y mejor así la circulación sanguínea en las mismas y reducir al mismo tiempo la posibilidad de complicaciones.
Además, pueden darse los casos, aunque raros, de que la medicación no cause el efecto deseado y haya que recurrir a la cirugía para tratar la enfermedad. Esta puede implicar:
Colocación de un filtro en la vena más grande del cuerpo para impedir que los coágulos sanguíneos viajen hacia los pulmones.
Extracción del coágulo de sangre o inyección de medicamentos trombolíticos.
Prevención
Aparte de cumplir adecuadamente con el cuidado y la medicación ya recomendada por el médico, hay otras medidas a considerar que podrán ayudar a tratar la enfermedad y prevenir el surgimiento de un nuevo episodio:
Mover las piernas durante los viajes largos en avión, en cocho o en otras situaciones. Si el enfermo es quien conduce, deberá parar con frecuencia para descansar y caminar un poco.
No fumar, sobre todo si se están tomando anticonceptivos orales.
Fuente: MedlinePlus.
Imágenes (por orden de aparición): Nicholas_T/Flickr, Andrea Rinaldi/Flickr, Sili[k]/Flickr, Fillmore Photography/Flickr y Zach Klein/Flickr.