¿En qué consiste el tarot?
El tarot, en concreto, es un recurso utilizado para adivinar el futuro que utiliza una baraja de naipes como catalizador para que personas con una sensibilidad especial analicen el futuro de los individuos que vienen a pedirles consejo. El arte adivinatorio que utiliza el tarot para adivinar el futuro se llama Cartomancia. En esta técnica se suelen utilizar dos tipos de naipes, el tarot de 78 cartas y el Petit Lenormand de 36. Cada carta tiene un elemento simbólico que es el que revela al sensitivo la clave para interpretar el futuro.
Historia del tarot
El tarot no solo pretende vislumbrar el futuro de los consultantes, sino también ayudar a éstos a entender su presente y a encontrarse con su verdadero yo. Los orígenes de esta técnica adivinatoria se remontan al siglo XV en Italia. Algunos ocultistas vinculan el simbolismo del tarot con la cábala y el simbolismo egipcio. Por otro lado, algunos historiadores concluyen que inicialmente el tarot era utilizado para la transmisión de conocimientos filosóficos y poco a poco se fue convirtiendo en un instrumento para la adivinación y la predicción del futuro. Además, el célebre psiquiatra suizo Carl Gustav Jung también se interesó por esta técnica y sus arquetipos, asociándola con la psicología analítica relacionadas con el inconsciente colectivo. Entre las principales preocupaciones de los seres humanos destacan la salud, el trabajo. el amor y el dinero y, como no podía ser de otra manera, son las más consultadas a los profesionales del tarot. En definitiva, ante la necesidad de respuestas y de control, los seres humanos recurren a este arte para sentirse mejor, más seguros y tranquilos. Todo ello evidencia que, desde el principio de los tiempos, los hombres buscan dominar la incertidumbre frente al vulnerabilidad que provoca avanzar a ciegas por la senda de la vida.
¿Y tu? ¿Has recurrido alguna vez al tarot?
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