Cuando hemos vivido un aborto no deseado, la perspectiva de un nuevo tratamiento y quizás embarazo, puede esperanzarnos e inmovilizarnos a partes iguales.
En este post quiero darte algunas ideas para intentar llevar a cabo una vez ha terminado el proceso físico que puede ser tanto a través de un expulsivo natural o provocado, o con un legrado. Lamentablemente a veces se combinan ambas situaciones.
¡Ojalá te ayuden!
No trates de ser fuerte para los demás
Esto es muy de las mujeres. Eres tú y tu pareja si la tienes, la que ha sufrido una pérdida e incluso me atrevería a decir que puesto que fuiste tú la que tuviste a otro ser vivo dentro durante unas semanas, la principal sensación de soledad eres tú quien la vive. Tú eres la que más necesita ser cuidada, acompañada y si lo necesitas, consolada.
Sí, has estado embarazada
Hayas estado embarazada 10 días o 40, el embrión estuvo ahí. Fue una realidad en vuestra vida. Habrá personas que si ocurre antes de la semana 12 y no digamos ya si ocurre en los primeras días tras la primera falta, intentarán restarle importancia a la pérdida. Por favor, enfócate en el apoyo de otras personas.
Si rascas un poco…
Cuando se sufre un aborto, empezamos a mirar a nuestro alrededor y descubrimos cuántas personas los han vivido. ¡Es increíble! Pero ¿dónde estaban todas esas experiencias sin compartir? Sorprende que hoy en día el aborto no deseado siga siendo un tema tabú, pero así es. Aprovecha esas historias que en la inmensa mayoría de los casos tienen un final feliz para creer en que la tuya puede ser igual que la de ellas.
Vive todas las fases del duelo
Las mujeres con infertilidad tenemos una permanente sensación de que no podemos perder el tiempo. Relatos en los que estaba ocurriendo el aborto y ya se está pensando en iniciar el siguiente tratamiento son una realidad, pero ese niño que ya no va a venir, necesita un tiempo de despedida. Con él venía la formación de una nueva familia ¡ibas a ser madre!; haría abuelos a vuestros padres, tíos a vuestros hermanos, suponía demasiadas ilusiones y espectativas que si no trabajamos bien acabarán sacando a muchas de nosotras cuando puedan y a destiempo: tristeza, ansiedad o alguna emoción necesaria para acabar de cerrar la herida.
No tires las ecografías que tengas
Puede que desees pasar página, ir hacia adelante, hacérsete insufrible el dolor y no querer volver a saber nada de ese embarazo que no prosperó. Como mujer que ha sufrido muchos abortos, puedo asegurarte que me produce mucha pena no tener el recuerdo de ninguno de esos embriones que no pudieron crecer. Con el tiempo todos y cada uno de ellos encontrarán un sitio en tu vida su y tener un papel con su imagen, te ayudará a darles un espacio real y sereno.
No aceleres el inicio del siguiente tratamiento
Intenta tomarte el obligatorio reposo físico que supone un aborto como un tiempo para asimilar emocionalmente lo que has pasado. No se trata de alargarlo demasiado, sino de vivir el tiempo de duelo como corresponde. Aunque suene muy frío, ese proceso tiene unas fases muy claras y estudiadas saltárselas solo acabará complicando el proceso de cicatrización.
Si es tu primer aborto
Es más que probable que no consigas sacar a tu médico del argumento de que ha sido casualidad o mala suerte. Quizás te desesperes, sí, pero tienen mucha razón porque en la mayoría de los casos se trata solamente de una mala combinación genética a la hora de la fecundación. Te sugiero utilizar visualizaciones cómo estás para recobrar la confianza en que sí, la próxima vez puede ser.
Si es tu segundo aborto
Una manera muy buena de ganar algo de seguridad, es solicitar pruebas cuando se ha tenido más de un aborto. Antiguamente se hacían tras el tercero, pero actualmente puedes conseguir que te las hagan antes. Saber que algo lo ha provocado o por el contrario, no descubrir nada puede ayudarte a pensar lo que nos dicen tanto: que ha sido “mala suerte”.
Acepta el miedo que sientes
El miedo va a estar ahí, no quiero engañarte. Has dejado de ser inocente y sabes que a la mayor felicidad, puede seguirle que tu corazón se rompa y el miedo es una expresión de todo lo que sientes, principalmente el pavor a que vuelva o ocurrir. Pero ¿sabes una cosa? Un día me dijeron que el que no apuesta no gana y si tú no te atreves a intentar un nuevo embarazo, da por seguro que no podrás tener un niño. En un nuevo positivo puede estar tu hijo y piensa que el día que su embarazo siga adelante él estará ahí ya para siempre.
Un último pensamiento
Para finalizar quiero decirte algo con lo que seguramente te va a costar conectar si todavía no has tenido un hijo:
Cuando por fin ocurra, te darás cuenta que lo más importante en la vida de una persona que se ha convertido en madre o padre es que su hijo esté sano. Por encima de todo.
Y aunque se dan casos en los que el problema son enfermedades de la madre o del padre que no se diagnostican hasta que ocurre el aborto, la mayoría de las veces es una mala calidad embrionaria la que no permite que estás embriones continúen desarrollándose.
Piensa que esos embriones llegaron hasta donde pudieron, genéticamente no tenían potencial para ir a más. El objetivo tanto de los médicos, pero principalmente de ti ha de ser un niño sano en casa, y este embrioncillo que se fue, probablemente no lo era.
Si este post te ha parecido interesante o crees que alguien que conoces, podría ayudarle, te invito a compartirlo. Muchas gracias
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