Aunque a grandes rasgos sería igual que el de una mujer que lo logró por relaciones sexuales, creo que en nuestro caso y debido a las experiencias que acumulamos, existen matices que yo intenté transmitirles.
¿Aborto o pérdida?
Recuerdo que cuando me contrataron, me pidieron que hablara sobre las pérdidas en reproducción asistida,. Tú y yo sabemos que muy pocas personas hablan así de lo que les ha pasado: la inmensa mayoría de nosotras decimos que hemos tenido un aborto. Ellas, como personas que quieren acompañarnos desde la empatía y la comprensión, se sienten más cómodas hablando de pérdidas, pero nosotras que no tenemos tiempo que perder, quizás si las nombramos así, nos harían reflexionar hasta puntos que ahora mismo no nos podemos permitir.
Los negativos
Hace tiempo escribí un artículo que se titulaba Cuando cada negativo es una pérdida. Para algunas personas es una exageración. En cambio, a lo largo del tiempo, algunas me han escrito dándome las gracias por validar y darle la importancia que ha tenido para ellas el hecho de que se les transfirió embriones vivos y dentro de ella dejaron de crecer. Por mi parte sería el único caso en el que hablaría de una perdida, porque con ese hecho de haber dejado de multiplicarse, nos ha hecho perder ese mundo que se habría por delante en el que nosotras ya éramos madres, nuestras parejas padres, nuestros padres, abuelos, etc. un universo de pérdidas ya que se van también ilusiones y esperanzas. Para algunas personas será relativamente sencillo pasar un pequeño duelo de ir al siguiente tratamiento pero para otras personas, pueda hacer falta que pasen varios meses.
Los abortos de repetición
Acompañar a mujeres que están viviendo esta experiencia, es muy complicado, pero porque partimos de que la mayoría de ellas están muy hundidas, sin esperanzas y acompañar con presencia y palabras se complica ya que llega un momento en el que no nos creemos absolutamente nada de lo que nos dicen y nos volvemos muy escépticas ante cualquier atisbo de esperanza.
La culpa
En ocasiones, las mujeres que sufrimos abortos sentimos culpa. ¿Habremos hecho algo que no era bueno para el embrión? ¿Quizás ese paseo tan rápido, el stress o una relación sexual “muy dinámica” hayan tenido algo que ver? ¿Será la edad? En fin, la lista puede ser infinita. Conseguir que comprendamos que en los comienzos de un embarazo, el mayor porcentaje de abortos ocurre por causas cromosómicas y no de estilo de vida o enfermedad de la madre, es muy importante.
Y al lograr un nuevo embarazo
Si se habla con mujeres que han sufrido un aborto, el hecho de imaginar que les vuelve a ocurrir, les parte el alma, les parece imposible poder volver a superarlo, así es que muchas de nosotras pasamos el tiempo que pasa hasta que ocurrió el anterior aborto en un estado constante de tensión aunque una vez superado, la mayoría de nosotras acabamos disfrutando más o menos del embarazo, aunque hay un grupo de mujeres que vive en el miedo los nueve meses y creo que eso va también a influir en su actitud hacia la intervención médica a lo largo del proceso, a la hora del parto en incluso en la lactancia.
La gran diferencia
Entre la experiencia de un aborto en una mujer con infertilidad y el de una mujer fértil es que la primera no sabe si va a poder volver a lograr un embarazo y eso añade un plus de dolor a su pérdida.
Me encantaría que aportaras tus vivencias para que otros profesionales puedan conocernos un poco mejor. Anímate y escribe tu comentario y si te ha gustado, por favor suscríbete a mi canal de YouTube y comparte el vídeo.
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