Los síntomas de la enfermedad celíaca son cada vez más amplios y sutiles, tardíos, leves o intermitentes, lo que con frecuencia dificulta el diagnóstico.
La enfermedad celíaca es la intolerancia a un complejo proteico presente en el trigo, la cebada, el centeno, la espelta y otros cereales: el gluten.
El gluten se divide en 2 grupos principales de proteínas: las glutino-formantes que constituyen el 80% del total donde se incluyen la gliadina y la glutenina; y las proteínas de almacenamiento que son ricas en prolina y glutamina. Estas sustancias son las que permiten que la harina pueda fermentar y leudar cuando se forma la masa para alguna preparación, dando esa consistencia pegajosa e hinchada.
La ingesta de gluten en sujetos con esta intolerancia provoca una respuesta del sistema inmunitaria que provoca daños en el intestino delgado, concretamente en el revestimiento del intestino, lo que impide o dificulta la absorción de ciertos nutrientes y favorece la aparición de diarreas, cansancio, anemia, pérdida de peso y otras complicaciones.
Se trata de un problema importante de salud pública, sobre todo cuando hablamos de casos sin diagnosticar. Se estima que por cada persona diagnosticada hay otras 30 sin diagnosticar. Se ha detectado un aumento significativo de casos en los últimos años, tanto en Estados Unidos como en Europa, lo que podría responder a una influencia de origen ambiental, aunque no existen todavía estudios que lo confirmen.
También existen evidencias de que algunas infecciones aumentarían el riesgo de enfermedad celíaca en personas genéticamente predispuestas y, dado que el disparador de la enfermedad celíaca es el gluten, también influirían los cambios en los patrones de consumo, de procesamiento o de preparación de alimentos con esta proteína.
Deficiencias nutricionales en la Enfermedad Celíaca
Un estudio retrospectivo con 309 adultos diagnosticados de enfermedad celíaca entre el año 2000 y el 2014, realizado por investigadores de Mayo Clinic, en Rochester (Minnesota) encontró deficiencias nutricionales en el momento del diagnóstico: de vitamina B12, vitamina D, ácido fólico, hierro, zinc y cobre. El déficit de zinc resultó clave puesto que apareció en casi el 60% de los afectados.El equipo descubrió que solo uno de cada cuatro diagnosticados presentaban pérdida de peso, por lo que es necesario estar atentos a una variedad de síntomas bastante alejados de las manifestaciones clínicas tradicionales. Se postula que la pérdida de peso puede estar enmascarada por la dieta hipercalórica de la sociedad occidental.
Es crucial detectar dichas deficiencias a tiempo y proporcionar pautas de alimentación y la suplementación adecuada al paciente, ya que el déficit de vitamina B12, vitamina D, folato, hierro, zinc y cobre, altera el sistema inmune y favorece la aparición de patologías crónico-degenerativas y autoinmunes.
Manifestaciones extradigestivas de la enfermedad celiaca
Los síntomas extradigestivos de las intolerancias alimentarias son muy variados:Fiebre
Cefaleas
Depresión
Insomnio
Sensación de frío
Disminución de la capacidad de concentración y atención
Pérdida de memoria
Cansancio
Llagas en la lengua
Aftas en la mucosa bucal
Queilitis, glositis
Picores de piel sin causa alérgica
Diferentes tipos de lesiones en la piel (eczemas, psoriasis, dermatitis herpetiforme y rosácea)
Sequedad de piel y/o mucosas
Caída de cabello
Debilidad de las uñas
Alteraciones menstruales e incluso pérdida de las menstruaciones (abortos de repetición)
Dolores articulares
Dolores musculares que pueden confundirse con fibromialgia
Contracturas frecuentes de espalda (cuello, lumbar, ciática) y mandíbula
Problemas urológicos como aumento de la frecuencia miccional y urgencia miccional, con cultivo de orina negativo
Alteraciones de la líbido y de la erección
Pérdida o aumento de peso
Manifestaciones sistémicas de la enfermedad celiaca
Entre las manifestaciones sistémicas de la enfermedad celíaca más frecuentemente detectadas están:Problemas de fertilidad
Anemia que no responde al tratamiento
Patologías autoinmunes: como diabetes tipo 1, hipertiroidismo, hipotiroidismo, artritis reumatoide, psoriasis,
Fracturas óseas ante golpes leves
Osteoporosis precoz
Pérdida de cabello
Cambios en la piel
Trastornos neurológicos
Trastornos emocionales
Neuropatía de fibras pequeñas
Falta de coordinación al ponerse de pie
Mareos o sensación de desmayo
Cefaleas
Disfunción sexual
Sudoración anormal
etc.
Patologías relacionadas con la sensibilidad al gluten no celíaca
La sensibilidad al gluten no celiaca, es un síndrome diferente a la alergia y la intolerancia al gluten -o enfermedad celiaca- (pues las pruebas en ambos casos son negativas) pero la salud de la persona mejora cuando deja de comer gluten.Sus síntomas son comunes a muchas otras condiciones por lo que se dificulta muchoel diagnóstico (dolor difuso, fatiga o cambios bruscos de comportamiento).
Síntomas neurológicos asociados al gluten
Según el profesor de neurología Norman Latov, del Weill Cornell Medical College, cada vez se detectan más síntomas relacionados con el sistema nervioso y cambios de conducta, así como manifestaciones neurológicas de la enfermedad celíaca (ardor, dolor, escozor o entumecimiento en extremidades, torso o cara).A estos síntomas se los conoce como neuropatía de fibras pequeñas y también pueden causar mareos o sensación de desmayo o falta de coordinación al ponerse de pie, cefaleas, disfunción sexual, sudoración anormal, pérdida de cabello, cambios en la piel, etc.
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