Las causas de la secreción purulenta en las mujeres
Las enfermedades inflamatorias del cuello uterino, las trompas de Falopio, el útero y la vagina, incluyendo aquellas que se transmiten por vía sexual, son la primera causa para el flujo vaginal parecido al pus. Las más comunes de estas enfermedades son:
• la tricomoniasis
• la vaginitis
• la inflamación de la trompas de Falopio, los ovarios y el cuello uterino.
La secreción purulenta en la mujer nunca debe ser ignorada porque indican que se debe consultar inmediatamente a un ginecólogo.
La vaginitis como causa de la secreción purulenta en las mujeres
La vaginitis es una de las enfermedades inflamatorias principales del sistema reproductivo de la mujer. La incidencia de la vaginitis es cada vez mayor en la actualidad. Según las estadísticas, aproximadamente un tercio de las mujeres en edad reproductiva sufren de esta enfermedad. Su prevalencia está directamente relacionada con un aumento en el número de infecciones de transmisión sexual, problemas ambientales, la higiene íntima inadecuada y una marcada disminución de la reactividad inmunológica.
En las mujeres con vaginitis, los procesos inflamatorios se extienden al epitelio vaginal, y algunas veces a la membrana mucosa que cubre los genitales, causando con ello una comorbilidad llamada vulvovaginitis. La naturaleza de la vaginitis purulenta en las mujeres varía dependiendo de los tipos de agentes infecciosos que causan la inflamación. Por ejemplo, en las mujeres con vaginitis por gonorrea, la secreción purulenta tiene una consistencia espesa y de color blanco amarillento, mientras que en aquellas con tricomonas, la descarga es de color amarillo verdoso y espumosa. En estos casos, la descarga siempre tiene un mal olor acre, se vuelve abundante en la fase aguda de la enfermedad y se acompaña de una fuerte sensación de ardor, picazón, dolor al orinar y durante las relaciones sexuales.
La vaginitis puede surgir por una disminución en la actividad sexual de la mujer. Es la principal causa de dolor durante las relaciones sexuales y propicia graves molestias en la vida cotidiana. Esta enfermedad puede alterar el funcionamiento natural de todo el sistema reproductor femenino, convirtiéndose en la principal causa de infección genital interna del mismo, dolores crónicos, trastornos menstruales, embarazo ectópico e infertilidad.
Secreción purulenta en mujeres por tricomoniasis
La tricomoniasis es también una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes. Por lo general, las mujeres infectadas con tricomoniasis se quejan de la aparición de flujo vaginal abundante, espumoso, de color amarillo verdoso con mal olor, ardor y picazón en la vagina, dolor durante las relaciones sexuales y la micción. Si no se trata adecuadamente, la tricomoniasis puede convertirse en crónica fácilmente y más tarde, en una de las principales causas del embarazo anormal (muerte fetal o parto prematuro), del cáncer de cuello uterino y la infertilidad.
La naturaleza y la cantidad de flujo vaginal purulento están condicionadas por la forma y la etapa del proceso inflamatorio. Por ejemplo, en las mujeres con tricomoniasis crónica la descarga disminuye en volumen, pero se vuelve abundante en la fase aguda de la enfermedad.
No se recomienda la automedicación para el tratamiento de la tricomoniasis, porque a menudo solo se consigue el resultado opuesto al deseado, haciendo que la enfermedad se vuelva atípica o se oculte. La detección y el tratamiento de la tricomoniasis en estos casos se hace mucho más difícil.
Secreción purulenta en mujeres con inflamación del cuello uterino y el útero
La inflamación de las trompas de Falopio, el cuello uterino o los ovarios es una causa común del flujo vaginal parecido al pus en las mujeres. Casi siempre esta descarga tiene una consistencia espesa, de color verde, y se agrava por cualquier esfuerzo físico. Se acompaña de dolores en la parte baja del estómago, irregularidades menstruales y signos evidentes de intoxicación.
En general, existen varias causas potenciales para el flujo vaginal purulento, por ello se debe buscar asesoría médica tan pronto como sea posible. Sólo de esta manera la mujer puede protegerse contra los efectos negativos de cualquier complicación.