En otoño, además de ver cómo comienzan a caer las hojas de los árboles, nos damos cuenta que nuestro pelo también se cae, y en una cantidad superior a lo habitual. No hay que asustarse. Esto se debe a que la última de las fases del ciclo de vida del pelo (la caída), coincide con los primeros meses del otoño.
¿Por qué en esta época?
Por diversos factores entre los que se encuentran los cambios hormonales que sufre nuestro organismo en esta época del año, la disminución de las horas de luz, o una tendencia a disminuir nuestro aporte de frutas y verduras tras el verano pues el cambio de temperatura que hace que no nos sintamos tan atraídos por este tipo de alimentos, y sí por otros de mayor contenido calórico y menor contenido nutricional.
¿Cómo podemos frenar esta caída? Lo principal; cuidar la dieta.
? Vitaminas A, B y C: Los cítricos son muy ricos en vitamina C. Intervienen en la síntesis del colágeno, tejido colectivo que constituye el cabello y ayuda en la absorción del hierro, fundamental en la formación del mismo.
? Hierro: Es muy importante ya que ayuda a mantener los folículos del pelo sanos. Algunos de los alimentos que contienen hierro son las lentejas, los garbanzos, las espinacas, las ostras y las almejas, el apio, etc.
? Cobre: Nueces, avellanas, cacao, champiñones, soja, legumbres, etc.
? Zinc: El cobre actúa como antioxidante y ayuda a prevenir la caída del cabello. Algunas fuentes de Zinc son los espárragos, la berenjena, los garbanzos, el plátano, los higos o el germen de trigo.
? Biotina: La biotina es primordial para la salud de cabello piel y uñas y se encuentra en derivados de la leche, fresas, levadura de cerveza, hígado, etc.
? Ácido fólico: zumo de naranja, espárragos, brócoli, remolacha, aguacate, etc.
Por último el agua: es la bebida más saludable y recomendable de todas, nos brinda también ayuda en los problemas capilares pues mantiene el cabello hidratado y fuerte. Es conveniente evitar las gaseosas o bebidas con cafeína.