En esta ocasión me pondré la bata blanca de médico o de químico que no soy e intentaremos conocer un medicamento.
Tengo previsto, próximamente escribiros sobre diversos medicamentos, porque creo (yo el primero), que solemos ir al médico, al farmacéutico, e incluso a la vecina cuando enfermamos, ellos nos dicen tomate esto y nosotros como perritos lo tomamos, sin leer el prospecto en muchos casos.
Estoy seguro que a todos os suena la penicilina, incluso muchos sabréis que la penicilina la descubrió Fleming, algunos menos sabrán que es un moho verde descubierto por casualidad por Fleming, a algunos os sonara la palabra terramicina y muchas otras similares, pero casi nadie sabe que son realmente.
Cuando leemos algo sobre componentes de fármacos, como mucho nos suenan, pero pocos sabemos que son (en entre ellos yo), pues me he propuesto, poco a poco, aleatoriamente, ir dedicando un artículo de cuando en cuando (cuando me apetezca), a este tema y poco a poco ir sabiendo que esconden esos productos químicos que nos curan, o por lo menos lo intentan.
También aprovecho la ocasión para recordaros que somos lo que comemos, quizás una alimentación adecuada, nos ayudaría a necesitar ingerir menos fármacos, otra serie de temas que tengo pendientes es las propiedades curativas de los alimentos, aunque este tema aun está muy lejano, puesto que tengo demasiados temas acumulados y me autocensuro a escribiros un tema al día y tengo acumulados temas para más de un año.
Tampoco debéis olvidar, que tenemos la mayoría de nosotros, una vida demasiado sedentaria (yo el primero), sería muy interesante incluir algún ratito de práctica deportiva (aunque sea andar), cada día, o por lo menos los días que no trabajamos, más vale poco que nada.
Pero bueno ya me estoy enrollando demasiado, llevo unas 300 palabras escritas y aun no he comenzado el artículo de hoy.
En esta ocasión conoceremos el salbutamol.
Lo podemos definir con pocas palabras, consiste en un fármaco que utilizan los que tienen asma, se administra tanto oralmente como intravenosamente, su principal misión consiste en que el músculo liso de los bronquios se relaje.
El musculo liso, consiste en un musculo compuesto de células en forma de huso, está localizado en el aparato excretor, el aparato reproductor, en los vasos sanguíneos y en órganos internos, se conoce también con el nombre de musculo no curvo o no voluntario.
Un poco más técnicamente definiríamos el salbutamol como un fármaco broncodilatador indicado para asmáticos que sirve para disminuir la obstrucción de las vías respiratorias, abre los pulmones y ayuda a respirar.
El salbutamol, relaja los músculos de las paredes de las pequeñas vías aéreas de los pulmones, por este motivo ayuda a abrir las vías respiratorias aliviando la opresión del pecho, las sibilancias y la tos, ejerciendo un efecto broncodilatador y calmante.
El salbutamol lo podemos encontrar en farmacias tanto por vía oral como por vía intravenosa bajo los nombres de Ventolin, Rotohaler o Accuhaler, en Estados Unidos se conoce el salbutamol como albuterol.
Los usos del salbutamol son para prevenir y tratar el resoplo (sibilancias), la dificultad al respirar y las enfermedades del pecho provocadas por asma, la enfermedad obstructiva crónica y un grupo de enfermedades que afectan a los pulmones y a los bronquios, al relajar los bronquios y abrir las vías respiratorias, facilita la respiración.
El salbutamol también es utilizado para facilitar la respiración durante la práctica de ejercicio físico.
El salbutamol suele utilizarse en forma de solución líquida, presentada en un nebulizador, como si fuera un aerosol, con unas 200 dosis.
El salbutamol puede provocar la subida de la presión arterial, el ritmo cardiaco, así como también electrocardiográficos.
El uso de salbutamol por parte de embarazadas puede provocar un retraso en el parto, por lo cual es conveniente valorar su uso a partir del tercer trimestre del embarazo.
Otros estudios parecen afirmar que el salbutamol oral, puede retrasar el parto prematuro.
Aunque no está completamente comprobado que afecte al parto, a la hora de administrar salbutamol a una embarazada, el médico ha de valorar si los beneficios superan ampliamente los riesgos o no.
Tampoco sabemos con certeza si el salbutamol es excretado por la leche materna, por lo tanto en caso de ser necesario el uso del salbutamol, se recomienda suspender la lactancia materna o simplemente no tomar salbutamol.
El salbutamol puede provocar efectos secundarios tales como temblores, nerviosismo, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, tos, irritación de la garganta, dolor muscular en huesos o espalda.
También puede provocar efectos secundarios más serios tales como aumento del ritmo cardíaco, con palpitaciones o irregular, dolor en el pecho, sarpullidos, urticarias, picazón, inflamación (en lengua, cara, garganta, labios, ojos, manos, pies, tobillos o pantorrillas), aumento de la dificultad para respirar, ronquera.