La resequedad vaginal es un síntoma común de la menopausia y cerca de una de cada tres mujeres lo experimenta al pasar por “el cambio”. Y se hace aún más común después de la menopausia. La resequedad vaginal también puede ocurrir a cualquier edad, a partir de una serie de diferentes causas. Puede parecer como una cuestión menor, pero la falta de humedad vaginal puede tener un enorme impacto en la vida sexual de una mujer. Afortunadamente, existen varios tratamientos para aliviar la resequedad vaginal.
¿Qué causa la resequedad vaginal?
Normalmente, las paredes de la vagina permanecen lubricadas con una capa delgada de líquido claro. La hormona estrógeno ayuda a mantener el fluido y mantiene el revestimiento de la vagina, sano, grueso y elástico. Durante la menopausia, la caída en los niveles de estrógeno reduce la cantidad de humedad disponible. También hace a la vagina más delgada y menos elástica. Esto se denomina atrofia vaginal.
Además de la menopausia, los niveles de estrógeno pueden bajar debido a:
El parto y la lactancia
La radiación o quimioterapia para el tratamiento del cáncer
La extirpación quirúrgica de los ovarios
Medicamentos anti-estrógenos, utilizados para tratar los fibromas uterinos o la endometriosis
Otras causas de la sequedad vaginal son:
Síndrome de Sjögren (un trastorno autoinmune que ataca a las células del cuerpo que producen humedad)
Alergias a medicamentos y ciertos antidepresivos
Las duchas vaginales
La falta de suficiente juego previo antes de la relación sexual
No importa cuál sea la causa, la resequedad vaginal puede ser muy incómoda, y puede conducir a picazón, ardor y dolor durante el coito.
¿Cómo se diagnostica la resequedad vaginal?
Cualquier ardor, picazón, o incomodidad en el área vaginal es motivo para realizar un llamado a su médico o ginecólogo. El médico utilizará tu historia clínica y averiguará por cuánto tiempo has estado experimentando tales síntomas y si algo (como las duchas vaginales o medicamentos) parecen empeorarlos.
Tu médico te hará un examen pélvico, donde examinará tu vagina en busca de cualquier adelgazamiento o enrojecimiento. El examen le ayudará a descartar otras causas posibles de tu malestar, incluyendo una infección del tracto urinario. El médico también puede hacerte una prueba de Papanicolaou.
¿Cómo se trata la resequedad vaginal?
El tratamiento más común para la sequedad vaginal debido a los niveles bajos de estrógeno es la terapia de estrógeno tópico. El estrógeno tópico reemplaza algunas de las hormonas que tu cuerpo ya no está produciendo, lo que ayuda a aliviar los síntomas vaginales, pero no pone tanto estrógeno en el torrente sanguíneo como la terapia hormonal de estrógeno oral (HT).
La mayoría de las mujeres utilizan uno de estos tres tipos de estrógeno vaginal:
Anillo vaginal de estrógeno (Estring). Un anillo suave y flexible que se inserta en la vagina y que libera una corriente constante de estrógeno directamente a los tejidos vaginales. El anillo se sustituye cada tres meses.
Tableta de estrógeno vaginal (Vagifem). Se utiliza un aplicador desechable para insertar una tableta en la vagina una vez al día, durante las dos primeras semanas de tratamiento. Luego se inserta dos veces a la semana hasta que ya no lo necesites.
Crema de estrógeno vaginal (Estrace, Premarin). Se utiliza un aplicador para insertar la crema dentro de la vagina. Por lo general, se aplicará a diario durante una o dos semanas antes de reducir la frecuencia de una a tres veces a la semana, como lo indique su médico.
Cualquier tipo de producto de estrógeno puede tener efectos secundarios, como sangrado vaginal y dolor en los senos. El estrógeno tópico no se recomienda para las mujeres que:
Padecen cáncer de mama, especialmente si están tomando un inhibidor de la aromatasa
Para las mujeres con antecedentes de cáncer de endometrio
Para las mujeres que tienen sangrado vaginal no diagnosticado
Para embarazadas o las mujeres en período de lactancia
No hay mucha investigación sobre el uso a largo plazo de estrógeno tópico, pero los médicos creen que es seguro de usar a largo plazo.
A fin de mantener la vagina más lubricada, prueba a utilizar una crema vaginal hidratante (Replens, Lubrin), que puedes comprar en tu farmacia local o supermercado. Puedes hacer que tus relaciones ean más agradables mediante la aplicación de un lubricante a base de agua (Astroglide, KY) de antemano. También tómate tu tiempo antes de tener relaciones sexuales para asegurarte de que estás totalmente relajada y excitada.
Evita el uso de duchas, baños de burbujas, jabones perfumados y lociones alrededor del área vaginal sensible. Estos productos pueden empeorar la sequedad.