Hoy os traigo una receta rica, nutritiva y muy saludable para la salud: queso fresco de Burgos con miel.
En verdad y como veréis, no es una receta elaborada sino que su preparación os llevará ¡¡medio minuto!! jejeje. Lo que quiero con este post es explicar las cualidades nutritivas que tiene este tipo de queso y que veáis por qué es bueno incorporarlo a nuestra dieta.
En esta receta el ingrediente principal es el queso fresco de Burgos, como endulzante se puede añadir miel, mermelada, membrillo, etc.
Hay que matizar que el queso fresco de Burgos es una variedad dentro de los quesos frescos, junto al Cottage, Petit Suisse, Quark, Mozarella, Mascarpone... de los que hablaremos más adelante en otro post.
En primer lugar os quiero contar que es un derivado lácteo, como todos sabéis. Las proteínas que tiene son de alto valor biológico, posee todos los aminoácidos del grupo de los esenciales en una proporción tal que favorece su absorción. Es una de las mejores fuentes para la obtención de calcio, ya que gracias a la lactosa es de fácil asimilación. Fuente de minerales tales como además magnesio, fósforo, zinc y vitaminas del grupo B.
En contra: no tiene casi hierro y la cantidad de vitamina C se considera en trazas. Los quesos frescos no proporcionan yodo, sí lo hace la leche en su forma líquida.
Lo resumo en la tabla para que quede más claro.
Para valorar nutricionalmente la receta debemos leer la etiqueta de nuestra tarrina de queso fresco de Burgos, de 62,5 a 75 gramos, dependiendo de la marca. Cuando vayáis al supermercado veréis que hay diferentes tipos, ¿qué tipo de variedad escojo? Depende de lo balanceada que sea vuestra dieta o de cómo queréis complementarla.
Según la cantidad de materia grasa, distinguimos:
- Queso fresco de Burgos: aprox 200 kcal/100 g
- Queso fresco de Burgos 0% Grasa: aprox 66 Kcal/100 g
La que yo compro es la que no tiene casi grasa, 0% MG, así eliminamos las grasas saturadas y el colesterol. En mi opinión esta es la mejor opción siempre.
No pone en el cartonaje baja en sal, sin embargo después de estar no sé ni el tiempo en la sección de refrigerados y leerme todas las etiquetas, tanto de quesos frescos bajos en sal como no, puedo decir que estas tarrinas son bajas en sal, solamente 0,5 gramos/tarrina, en el que ponía "bajo en sal" tenía la misma cantidad, aunque he leído por internet que existe en el mercado alguna marca con menos que yo no he visto. Intentad buscar alguno que no sobrepase los 0.4-0.5 g sal/tarrina, si tienen menos mejor.
Tengamos en cuenta que se recomienda no sobrepasar los 2-3 gramos de sal al día y que según nuestros hábitos alimenticios en la actualidad tomamos el doble de lo que se considera saludable para la salud, por lo que este queso es adecuado para paciente hipertensos o gente que no quiera incorporar grandes cantidades de sal en su dieta.
Podemos consumirlo en cualquier momento del día, 1 ó 2 veces/semana, tampoco en exceso, ya que recordemos que la dieta tiene que ser variada para ser saludable, no hay ningún alimento que sea 100% perfecto.
Adecuado en los regímenes de adelgazamiento por ser buena fuente de proteínas, sin grasas y con pocos hidratos de carbono.
Podemos incorporarlo en el desayuno, junto a una tostada integral que nos aporte los hidratos de carbono complejos o en la cena, sin tostada, también por el tema de los hidratos de carbono, momento en el que deben primar más las proteínas. Recordemos que a partir de las 6 de la tarde aprox, los hidratos de carbono deben ser incluidos en poca cantidad en la dieta.
Perfecto para diabéticos, en cualquier momento del día, en la cena también se puede incorporar. Sus menús en la cena tienen que aportar siempre proteínas, sin grasas saturadas para que no engordan y con poca sal para que no les eleve la tensión arterial.
Eso sí, en la cena no utilicemos miel ni azúcares para darle sabor dulce, sí podemos si tomamos las tostadas con queso fresco a media mañana.
Vemos que al no tener grasa, las vitaminas liposolubles que se absorben junto a ella se han eliminado ( Vitaminas A, E, D y K), manteniendo el resto de las hidrosolubles.
Si queremos completar la receta podemos añadir 2 nueces, fuente de ácidos grasos Omega-3, tan beneficiosos para la salud y que desgraciadamente con nuestra dieta habitual no llegamos a obtener en los valores adecuados.
Al leer esta parte muchos pensaréis que es una locura y que engordan. Pensad que he puesto solamente dos nueces, y que los beneficios que nos aportan esos ácidos grasos Omega 3 compensan a las calorías que proporcionan. Os dejo el link donde podéis descargaros menús saludables para el corazón, proyecto en el que han colaborado la Fundación Española para el Corazón y Nueces de California.
Para hacer la volaración nutricional, ¿con qué lo acompañáis?
Pero, ¿quién no debe consumir queso fresco?
En esta etiqueta lo que vemos son los consejos que proporciona la marca para gente intolerante a la lactosa y/o alérgicas a las proteínas de la leche de vaca.
Los quesos tienen lactosa, los frescos son los que más, a medida que un queso madura va perdiendo lactosa, por ellos las quesos curados son los que menos lactosa proporcionan, pero son los más grasos.
Para los pacientes con intolerancia a la lactosa son más adecuados los yogures, en los que la lactosa se ha convertido en ácido láctico o quesos maduros, dependiendo del grado de intolerancia.
Y tú, ¿con qué comes el queso fresco de Burgos? ¿Cuál es tu receta favorita?
Referencias bibliográficas:
Fundación Española del Corazón [ Link ]
Fundación Española de Nutrición [ Link ]
Las nueces y la salud cardiovascular [ Link ]
Libro de recetas para el corazón (2014)[ Link ]
Recetas para el corazón (2013) [ Link ]
Vivir con diabetes [ Link ]