¿En qué consiste una disfunción eréctil? Se trata de una enfermedad común, que provoca la incapacidad de conseguir o mantener una erección, por lo que impide la práctica de relaciones sexuales satisfactorias. Así, podemos hablar de diferentes tipos de DE en función del origen del problema: vascular, neurológica, hormonal, por medicamentos e, incluso, psicológica.
Así, a pesar de que se trata de una dolencia con tratamiento, uno de los principales problemas a la hora de enfrentar una DE es que se trata de una patología infradiagnosticada y subtratada, ya que, tal y como afirma el doctor Natalio Cruz, coordinador nacional de Andrología de la Asociación Española de Urología y Director de Andromedi Centro de Andrología y Medicina Sexual, "tan solo el 20% de los que la sufren consultan su problema con el médico, ya sea por vergüenza, sobre todo si el especialista es una mujer, por factores culturales, o porque no se le da la suficiente importancia".
Esto hace que muchos hombres que padecen una DE recurran a Internet en busca de información, sobre todo acerca del tratamiento y sus posibles efectos adversos. Así, entre 2013 y 2014 se realizaron más de 5,6 millones de menciones sobre la DE, sin embargo, la presencia médica y científica en este meollo de información es muy baja, e,incluso, se llegan a promover prácticas 'ilegales', como la compra de medicamentos sin receta.
¿Qué tipo de tratamiento tiene una disfunción eréctil?
Entre los tratamientos más frecuentes se encuentran los tratamientos orales. Sin embargo, se ha lanzado recientemente un tratamiento de uso tópico.
Por su parte, también es común tener que recurrir a un asesoramiento psicológico. En cualquier caso, siempre hay que recurrir a un especialista para que nos aconseje sobre el mejor tratamiento, y nos prescriba los medicamentos necesarios. Además, es importante tener en cuenta que, aunque la DE no es una dolencia grave, puede tratarse de un síntoma que advierta de otras posibles enfermedades más graves, como la diabetes o una patología cardiovascular.
El apoyo de la pareja es, además, fundamental para normalizar la situación y para ayudar a la persona afectada a buscar soluciones para conseguir el mejor tratamiento: