Hay muchos tipos de dietas, entre las cuales la dieta mediterránea es reconocida por encima de otras al ofrecer alimentos saludables y ricos para el cuerpo. Desde hace un tiempo se habla de la dieta de los colores, que no es una dieta específica para adelgazar, sino para comer de todo de manera variada.
Esta dieta se basa en la multiplicidad de colores que es aconsejada por los nutricionistas a la hora de escoger los alimentos para asegurarnos una ingesta adecuada de nutrientes. La llamada dieta del arcoíris puede ser más atractiva para aquellas personas que siempre comen lo mismo y, quizás, desconozcan ciertos alimentos que están presentes en nuestra geografía.
La pasión del rojo
Algunos de los alimentos rojos son básicos. Es el caso de algunas frutas y verduras, como el tomate o el pimiento, además de ciertas frutas como las cerezas o las fresas. Si bien es de destacar que el rojo es un color que también refleja los alimentos que llevan más grasas, pero que también son ricos en hierro y vitamina B, como las carnes.
Salud y color azul
Dentro de los alimentos englobados en el color azul encontramos algunos pescados y mariscos, mayoritariamente aquellos que tienen antioxidantes y previenen ciertas enfermedades. Además de vitaminas y minerales tales como el potasio y el sodio. Entre las frutas que encontramos hay frutas del bosque, como las ciruelas o las moras, pero también otras hortalizas y verduras como la berenjena o la remolacha. Estos alimentos se pueden combinar entre sí y con otros.
Alimentos de color verde
Según los nutricionistas, los alimentos del color verde son altamente saludables, y existe una amplia variedad de estos al englobar gran cantidad de frutas y verduras. Estos son fuentes de fibra y muchas vitaminas, como ácido fólico o la vitamina C. Las frutas como la lima, las verduras a base de espinas, judías, acelgas? componen este color.
Englobados en blanco y amarillo
En los blancos se sitúan aquellos alimentos que aumentan nuestras defensas y nos ayudan a bajar el colesterol, entre otros aspectos. Es el caso de la cebolla, el puerro, la pera o el melón. Mientras que el grupo de los amarillos refuerzan los huesos y dejan una piel mucho mejor. Algunos de estos alimentos son el plátano, el limón, la piña o el pomelo.