Tenemos dificultades a la hora de afrontar decisiones por nosotros mismos hasta el punto de que cedemos la responsabilidad de las decisiones más importantes a la otra persona
Sentimos miedo a dejar de ser importantes para esa persona así como de separarnos de ella
Somos incapaces de poner límites
Sentimos una gran inseguridad
Somos incapaces de mostrar desacuerdo por miedo a perder su aprobación
Tenemos pánico a sentirnos desamparados
Acabamos manteniendo relaciones poco sanas o tóxicas