En la dieta paleo, las constantes son: perder peso, más energía, mayor concentración, y por supuesto, menos colesterol. Por otro lado, la dieta paleolítica también tiene sus puntos de controversia, más aun los referidos a eliminar algunos alimentos como los lácteos, y legumbres como la soja, granos, garbanzos y lentejas.
Sin embargo, hay una discusión de que alimentos si deben consumirse en esta dieta y cuáles no. Como es el caso de las harinas integrales, por el grano que usan, ya que hay anti nutrientes en las capas externas del grano.
También otro argumento de la dieta Paleo es la presencia de los niveles altos de lecitinas, ya que son difíciles de digerir y se acumulan en el organismo. No obstante, los defensores de la dieta mediterránea y nutricionistas alertan del bajo consumo que se hace de cereales integrales y de grano completo que nos aportan las vitaminas, minerales y fibra.
La harina de tapioca, almendras y arrurruz es otra alternativa de la harina integral que los seguidores de esta dieta aseguran que funciona. Estas harinas son consumidas porque su origen es de raíces y semillas. Además se encuentran en herbolarios, y como son tan parecidas a las harinas de trigo, se pueden utilizar y obtener resultados semejantes.
Otra clave de la dieta Paleo es descartar consumir el pan tradicional que se elabora con harinas refinadas o integrales, pero que prefieren harinas de almendra y de coco para hacer pan casero. Solo se debe añadir agua y por unos minutos meter la mezcla en el horno. Esta dieta ha tenido grandes resultados, y por eso se ha popularizado tanto, de esta manera es importante que veas a un doctor o especialista en nutrición, ya que no todos los organismos son los mismos.