Hay diferentes etapas en la vida de todo diabético, pero sin lugar a dudas la más complicada tanto para padres como para niños es la pubertad. En este momento surgen miedos, rebeldía, ganas de probar cosas nuevas y un descontrol glucémico en ocasiones muy difícil de controlar. Por este motivo y ya que muchos me habéis preguntado por este momento, os hablo de mi experiencia y cómo poder ayudar cuando la situación se torna complicada.
Qué es la pubertad?
Pues es la etapa de la vida en la que se producen los cambios que permiten que el cuerpo sea capaz de reproducirse sexualmente, por ello en las chicas se experimenta el crecimiento de vello púbico, el pecho, estatura, cambios hormonales y de la voz, entre otros y al igual en los chicos con el aumento de la musculatura, el crecimiento de la barba, el olor corporal fuerte y la voz.
El comienzo de la pubertad varía en función de la genética, pero también de la diabetes, pudiendo retrasarse el desarrollo de ésta, si los controles que llevamos de nuestras glucemias no es el óptimo.
Qué ocurre con la insulina y la glucosa?
La insulina es una hormona, sin embargo en este periodo se activa también la hormona de crecimiento, que choca con la primera y hace al joven más resistente a la insulina, con lo cual aumentan las necesidades de ésta y los valores de glucosa se disparan. Otras hormonas que entran en conflicto son la testosterona en los hombres y el estrógeno en las mujeres, alterando también el azúcar.
Qué preocupaciones le aparecen al joven y cómo actúa?
Vergüenza por pincharse o medirse en público pensando que van a ser rechazados.
Impotencia por no poder hacer lo mismo que otros sin repercusión para ellos (beber alcohol, fumar, comer dulces o alimentos muy calóricas…)
Retraso en el desarrollo.
Aumento de peso derivado de las grandes dosis de insulina, comer alimentos impulsivamente (provocados por el cambio hormonal)
Querer probar cosas nuevas y no poder o lo hacen y no saben como reaccionará su cuerpo.
En la pubertad cuando hay descontrol se opta en muchos hospitales por implantar la bomba de insulina, provocando en la mayoría de los casos baja autoestima y rechazo.
Miedo a las subidas continuadas.
Impotencia al no poder llevar un control bueno de sus glucemias
Mienten a sus padres sobre las glucemias, se miden menos la glucosa.
Rechazo de todo consejo.
Se sienten incomprendidos por sus padres frente a la diabetes.
Cómo actúan los padres?
Cuando los padres se hacen conscientes de que el manejo de la diabetes de su hijo está yendo por el mal camino, suele optar por el miedo, imprimen artículos, hablan constantemente de las complicaciones, achacan las subidas a excesos que comenten a escondidas, riñen o sobreprotegen al menor impidiendo que salga mucho o se exponga a situaciones en las que puede correr mayor riesgo.
Esta situación es totalmente lógica ya que los niños comienzan a ser mas cerrados en la comunicación y toman como una amenaza la intromisión de sus padres en su enfermedad, como un examen constante al que se exponen.
Qué se puede hacer?
Hay que recordar que por ser diabéticos, no somos santos y todo niño va a querer hacer y probar cosas nuevas, por ello, la actitud de los padres frente a esta etapa es la paciencia:
Es fundamental la comunicación, no se debe optar por el miedo a lo que pasará si no se cuida porque puede ser peor, ya que se sentirá presionado y no comentará nada sobre sus glucemias ¿por qué? porque pensará que si se le sube el azúcar por un examen o se ha enfadado, los padres le dirán “algo habrás hecho” y en la mayoría de los casos es lo que suelen decir, ya que no se llega a entender el gran cambio que se produce.
No desconfiar de los hijos y hablar de todo hay que hacerse “amigo” para que tenga la confianza de contar cualquier preocupación o miedo que tenga. ¿Cómo? en la adolescencia es probable que fume o bebe alcohol, pues lo mejor es hablarlo con él/ella y enseñarle si se toma una copa cómo hacerlo. Es duro, pero ponerse la venda es peor, debemos educar en la confianza y enseñar que se puede probar pero siempre con control y sabiendo cómo nos puede afectar.
En cuanto a las glucemias, habrá que aprender qué alimentos le afectan más en esta época, cómo controlar las hiperglucemias hormonales y hacer deporte eso subirá su autoestima y mejorará sus glucemias y hemoglobina.
La glicosilada, es normal que tu hijo en esta etapa tenga hemoglobinas glicosiladas más altas, lo importante es que controle lo máximo posible su control diario, la dieta y el ejercicio.
Y recuerda que ningún niño va a aprender a través de la experiencia de sus padres, si no de la suya propia, tenga o no diabetes.