Aunque no veamos el sol en el invierno, con sus radiaciones que causan problemas en nuestra piel. En la nieve además contamos con doble peligro: las radiaciones ultravioletas que provienen del mismo Sol y las que nos refleja la nieve blanca.
Es por eso que no debemos olvidarnos de echarnos protección media hora antes de salir con nuestro trineo incluso si esta el sol en el invierno, y repetir el procedimiento cada dos horas. El gorro y las gafas de sol deben ser nuestros compañeros inseparables y nuestros labios deben permanecer hidratados y protegidos con fotoprotector labial.
Los periodos más peligrosos son tres:
- El mediodía, ya que es cuando el Sol se encuentra más alto y sus rayos nos inciden con más fuerza.
- Cuando el día está despejado y no existen nubes que obstaculicen su contacto con nuestra piel
- A partir de febrero, cuando las horas de luz aumentan.
Los deportistas que practican actividades al aire libre son el colectivo más propenso a desarrollar cáncer de piel por la cantidad de horas que están expuestos a la luz solar. Ellos son los que tienen que tener más cuidado y estar seriamente concienciados de los problemas que pueden desarrollar si no se cuidan con responsabilidad. Echarse un poco de crema de vez en cuando no causa un gran esfuerzo.