En esto de antiperspirar, desodorizar y bacterizar los seres humanos ¡sí que hemos echado el resto! Toleramos ir hechos un asco por dentro, pero eso sí, que no nos huela “la aleta”, la axila, el sobaco… En esto de denominar el hueco que tenemos bajo los brazos, todos los nombres son feos, cuando no abiertamente cursis, axila…me suena a un pueblo marroquí, ¡ah no, calla!, que eso es Aassylah!
Bueno pues como quería comentarte, no es lo mismo un desodorante, que un antiperspirante, que un bactericida. Normalmente, en los desodorantes modernos que nos encontramos en las grandes superficies, en roll on, crema, spray o incluso aceite, tenemos la función desodorante como principal ingrediente. Porque lo que nos importa es que no huela, como he dicho lo demás nos da igual.
La hiperhidrosis o el exceso de sudor no es tema baladí y para muchas personas puede suponer un gran problema. Sobre todo si está unida al nerviosismo y si se tiene un puesto de cara al público, en este caso lo que nos va a importar es la función de antiperspirar. La ciencia ha avanzado tanto en este sentido que ahora se aplica la toxina botulínica a manos , axilas y pies para cortar el exceso de sudoración. Y tengo que decirte que se ha revelado con un remedio bastante eficaz, aunque hay personas que por alguna razón, no lo notan.
Lo más curioso es que el sudor no huele. Sí, sí, has leído bien. El sudor solo huele en contacto con las bacterias que habitan en esas zonas y que son las responsables del mal olor, por lo que cargarse las bacterias antes nos garantiza una axila mejor odorizada…y esto también explica las diferencias en olores de cada ser humano, pues las bacterias como todo también se personalizan y tenemos nuestro propio cocktail cada uno.
Así es que lo primero sería la función bactericida, luego la antiperspirante y finalmente la desodorante. ¡Casi na!
Para bacterizar, en el mundo natural existe una piedra mágica que se llama piedra de alumbre o alunita que en la naturaleza se encuentra como sal cristalizada. Este mineral se ha usado desde hace muchos años pero por ser muy barata, la industria lo eclipsó creando compuestos químicos mucho más costosos. Los romanos ya la conocían y usaban por sus propiedades cicatrizantes y bactericidas.
Sus ventajas son grandes:
No contiene alcohol ni perfume, ni sustancias tóxicas y, para más inri, no irrita la piel.
Además no mancha.
No es pegajosa.
Dura todo el día
Es ¡tremendamente barata!
Con razón la industria ha eclipsado a la pobre piedra de alumbre, se cargaría el mercado.
Asimismo tiene otras ventajas -qué gran descubrimiento- se usa después del afeitado porque calma y cicatriza, para después de depilarte o para desodorizar los pies. Si a esto le sumas que respeta el medioambiente, estamos ante un “superelemento“.
Te animo a probar la piedra de alumbre a ver qué tal te va. Yo la he probado y ¡funciona!
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El post Piedra de alumbre es original de Comienzo hoy, escuela de vida.