Por ejemplo, para algunos, practicar su ejercicio favorito les devuelve la paz, como te contamos en esta nota, y ahora un estudio ha comprobado que ejercitarte es más importante para tu salud mental que tu estado económico.
De acuerdo con un estudio realizado por las universidades Yale y Oxford, las personas que hacen ejercicio con regularidad tienden a sentirse mal menos días al año que los que no lo hacen.
Durante la investigación, se pidió a los participantes que respondieran la siguiente pregunta: “¿Cuántas veces te has sentido mentalmente mal en los últimos 30 días, por ejemplo, debido al estrés, la depresión o los problemas emocionales?”
Al mismo tiempo se les preguntó sobre sus ingresos y actividades físicas. Los participantes podían elegir entre 75 tipos de actividad física, desde cortar el césped, cuidar niños y hacer tareas domésticas, hasta levantar pesas, andar en bicicleta y correr.
Los resultados arrojaron que aquellas personas que hacen ejercicio con regularidad tienden a sentirse mal solo unos 35 días al año, mientras que los no activos se sienten mal durante 18 días más, en promedio.
Pero aquí viene el dato más interesante, los investigadores descubrieron que las personas físicamente activas se sienten tan bien como las que no practican deportes, pero que ganan alrededor menos dinero (el comparativo en el estudio era con aquellos que ganan menos de 25 mil dólares anuales, o sea, alrededor de 473 mil pesos al año).
Así que, básicamente, tendrías que ganar mucho más para que tus ganancias te hagan tan feliz como hacer el deporte que más te gusta.
Aunque esta felicidad tiene un pero, pues lo ideal de ejercitarte serían tres a cinco sesiones de entrenamiento, que duren entre 30 y 60 minutos por semana, según el estudio.
Si no, esto podría tener el efecto contrario, pues la salud mental de los participantes que hicieron ejercicio durante más de tres horas al día sufrió más que la de aquellos que no eran particularmente físicamente activos.
Ahora ya lo sabes, el ejercicio también debe ser con medida y sin exceso.
Fuente: este post proviene de Blog de Actitudfem, donde puedes consultar el contenido original.
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