La vitamina D2 o ergocalciferol, deriva del ergosterol de la dieta. La vitamina D3 o colecalciferol deriva del colesterol vía 7-dehidrocolesterol (grasas saturadas de origen animal).
El colecalciferol o D3, aunque a veces se le llama vitamina D, es un precursor de la forma hormonal calcitriol -1,25(OH)2D-.
Síntesis de la vitamina D
La vitamina D3 es una prohormona esteroidea producida mayoritariamente en la piel gracias a la exposición solar. Esta vía de síntesis Supone el 80% de la concentración de vitamina D. Los alimentos que aportan vitamina D son lácteos enteros, huevos, champiñones y sardinillas, cuando se comen enteras.Tras su síntesis o ingesta nutricional, la vitamina D es transportada al hígado gracias a una proteína específica (VDBP) donde se hidroxila a colecalciferol (25-hydroxi-vitamina D). Esta forma inactiva es el metabolito circulante más abundante en la sangre y es la que se utiliza como marcador de la deficiencia de vitamina D.
Posteriormente, en los riñones, se hidroxila a su forma hormonal activa, el calcitriol (1,25-dihydroxi-vitamina D). gracias a la enzima 1-α-hydroxylasa.
Se sabe que esta enzima está activa en muchos tejidos como el sistema músculoesquelético y en el cardiovascular. Los monocitos y los macrófagos presentes en múltiples tejidos, son capaces de producir 1α-hydroxilasa y por lo tanto producen calcitriol si hay disponible el colecalciferol.
Funciones de la vitamina D
La vitamina D es una hormona esteroidea con varias funciones, regula la absorción del calcio en los huesos, tiene propiedades antiproliferativas, antibacterianas, inmunomoduladoras y antiinflamatorias. También se ocupa del crecimiento y desarrollo de muchas células de todo el organismo implicadas en el sistema inmunitario, cardiovascular y muscular, entre otros. La vitamina D, en su forma hormonal, también sirve de conexión entre los estímulos exteriores y la expresión genética de las células.• Funciones del calcitriol El calcitriol induce la proliferación de los monocitos, la producción de interleukinas (IL1 e IL10) y de catelicidina por los macrófagos (un péptido antimicrobiano); activando la respuesta inmune innata.
El calcitriol tiene una gran afinidad por el receptor de la vitamina D (VDR) gracias al grupo hidroxilo de la primera posición. El gen que codifica el VDR se expresa sobre todo en tejidos de gran actividad metabólica como riñones, huesos e intestino. Se estima que al menos 200 tejidos y 2000 genes están directa o indirectamente controlados por este complejo transcripcional.
Prevalencia de la deficiencia de vitamina D
El déficit de vitamina D es muy prevalente en nuestra sociedad. En España, el 45 % de la población sufre carencia, debido a la evolución de nuestro modo de vida, más sedentario, con más protección solar, etc. Se estima que más de la mitad de la población tiene niveles inferiores a 30 ng/mL.Existen varios factores que favorecen este déficit como la edad avanzada, el sexo femenino, la piel oscura, una escasa exposición solar y la época del año. Es necesario tener en cuenta estos factores en las nuevas aplicaciones de la vitamina D
• Dosis terapéuticas de vitamina D Se recomienda una dosis alta semanal de vitamina D3 (≥2.000 UI) para elevar el colecalciferol en plasma y regular la paratohormona (PTH). Pero existen otras aplicaciones de la vitamina D que requieren aumentar la dosis hasta 30.000 UI.
Nuevas aplicaciones de la vitamina D
1. Deficiencia de vitamina D y obesidadLa obesidad se asocia con frecuencia al déficit de vitamina D, se cree que puede deberse a los depósitos de vitamina D en el tejido adiposo o que por algún mecanismo, aún no conocido, dicha deficiencia favorece el aumento de peso. Aunque otros autores creen que la obesidad favorece la deficiencia de vitamina D y no a la inversa.
2. Deficiencia de vitamina D y diabetes
Se ha descrito una asociación entre el déficit de vitamina D y la alteración del metabolismo de la glucosa y la diabetes. El receptor de la vitamina D (VDR) y la enzima 1-α-hydroxilasa, se expresan en las células beta del páncreas, por lo que la vitamina D podría modular la secreción de insulina.
Otra posible vía de interacción es que la vitamina D estimula la osteocalcina, que mejora la sensibilidad a la insulina. Por otro lado, se ha postulado que el calcio, que es necesario para la secreción de insulina, podría ser modulado por los niveles de vitamina D. De todos modos, hacen falta más estudios para determinar si la suplementación con vitamina D mejora el control de la glucemia, pues hasta ahora no han sido concluyentes.
3. Vitamina D y colesterol
En individuos con déficit de vitamina D, se ha detectadao hipercolesterolemia, menores valores de HDL (colesterol bueno) y aumento de triglicéridos y apolipoproteína E. De las nuevas aplicaciones de la vitamina D, ésta es de las más estudiadas.
4. Vitamina D y fibromialgia
La vitamina D tiene acciones antiinflamatorias y extra esqueléticas, como la modulación del crecimiento celular y neuromuscular. Aunque se ha detectado una frecuente prevalencia de vitamina D en pacientes con fibromialgia, se necesitan más estudios al respecto.
La fibromialgia tiene una base genética, pero también puede desencadenarse tras un trauma físico o emocional, una cirujía, infección o por estrés crónico. Una de las nuevas aplicaciones de la vitamina D es el tratamiento de la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica.
La fibromialgia cursa con un disbalance de neurotransmisores, de los mecanismos reguladores de la inflamación y de la señalización del dolor. Se activan los neurotransmisores excitatorios como la sustancia P, el factor de crecimiento neural y el factor neurotrófico derivado del cerebro. Aumentan ciertos aminoácidos como el glutamato en el fluido cerebroespinal y el cerebro.
Estos pacientes también presentan un umbral inferior para otros estímulos como el calor, frío, auditivos y eléctricos. A pesar de que aumentan los opioides, como su receptor específico está menos activo, aumenta la percepción del dolor, los cambios de humor y empeora la calidad del sueño y la fatiga.
Parece que la base de esta relación es la presencia del receptor para la vitamina D (VDR) y de la enzima 1-α-hydroxilasa en muchas áreas y neuronas del sistema nervioso central.
La vitamina D parece jugar un importante papel en el desarrollo cerebral y en la regulación neurológica, pues promueve varios factores de crecimiento neuronal y regula la actividad y sensibilidad a ciertos neurotransmisores como el GABA, NMDA, serotonina, dopamina, y acetilcolina..
La vitamina D regula también el factor de crecimiento beta (TGF1) y la Interleukina 4 (IL4). El TGF1 suprime la actividad de varias citokinas, del factor de necrosis tumoral (TNF) y de las interleukinas 1 y 2 (IL1 y IL2). El déficit de vitamina D favorece el aumento de TNF, detectado con frecuencia en los pacientes con fibromialgia y dolor neuropático.
También se ha propuesto que la vitamina D inhibe la enzima NOS (nitric oxid synthase) y por tanto reduce los niveles de óxido nítrico (NO). En los pacientes con fibromialgia se ha detectado una alta actividad de esta enzima NOS asociada a una alta concentración de óxido nítrico que produce más dolor, disnea y aumento de radicales libres. De todos modos parece que la exposición solar también aumenta el nivel de óxido nítrico, por lo que es difícil discernir si es conveniente suplementar con vitamina D en estos pacientes.
5. Vitamina D y enfermedades autoinmunes. Artritis reumatoide
El déficit de vitamina D se ha asociado con múltiples enfermedades autoinmunes de base inflamatoria como la diabetes tipo 1, la artritis reumatoide infantil, la esclerosis múltiple, el lupus o la dermatomiositis; y con un mayor riesgo de mortalidad.
Aunque la deficiencia de vitamina D es común la población europea, existen algunos grupos de mayor riesgo como los individuos de raza negra, los que padecen sobrepeso y los que viven en latitudes con poca radiación solar o que no se exponen al sol.
Un reciente consenso propone que los niños con artritis reumatoide, en especial si están siendo tratados con esteroides (cortisona) ingieran 2-3 veces la dosis recomendada para su grupo de edad (2000 UI/día).
6. Vitamina D y cáncer
Existen algunos estudios que postulan la vitamina D como agente protector frente al cáncer de mama, ovarios, próstata y colon. Reduce la angiogénesis, la expresión de la aromatasa, la activación de los receptores a hormonas sexuales y activa la apoptosis -muerte células tumorales-.
La administración de colecalciferol indujo una menor mortalidad por cáncer, mientras que la vitamina D, disminuyó la mortalidad en general.
Se ha demostrado que los pacientes con cáncer que poseen niveles más altos de vitamina D en el momento del diagnóstico tienden a registrar mejores tasas de supervivencia y permanecer en remisión más tiempo que los enfermos carentes de vitamina D.
7. Vitamina D y Tercera edad
La carencia de vitamina D favorece osteopenia y osteoporosis y aumenta el riesgo de fractura. Su carencia suele estar asociada con una debilidad muscular y un aumento del riesgo de caída por atrofia de las fibras musculares de tipo II. Un suplemento en vitamina D de al menos 800 UI / día, reduce el riesgo de fracturas y de caídas en las personas mayores de más de 65 años.
8. Vitamina D y dermatitis atópica
La vitamina D modula la inmunidad «exacerbada» en numerosas enfermedades autoinmunes (esclerosis en placa, diabetes de tipo 1, asma, fibromialgia, lupus…). La vitamina D participa en la inmunidad innata mediante mecanismos que protegen al huésped de infecciones, de forma no específica. Induce la expresión de genes para la producción del polipéptido antimicrobiano catelicidina, una actividad que realizan los queratinocitos de la piel cuando se produce una herida.
Entre los 20 y los 70 años, la piel pierde aproximadamente el 75% de su capacidad de producir el precursor metabólico de calcitriol, la forma biológicamente activa de la vitamina D. Si se tiene en cuenta que la bacteria “S. aureus” se encuentra en el 90% de las lesiones de dermatitis atópica y que la densidad de la colonización se correlaciona con la severidad de la enfermedad, la presencia de vitamina D jugará un papel importante en la salud de la piel. La suplementación oral con vitamina D (1.600 UI) mejora los signos clínicos, incluso puede utilizarse tópicamente en las lesiones de la dermatitis.
9. Vitamina D y deporte
Un enlace ha sido establecido entre baja tasa sanguinea de vitamina D y declive cognitivo, depresión. Tiene un papel fundamental en la proliferación, transmisión neuronal y en la neuroprotección. En el deportista, su concentración tiene una influencia sobre el rendimiento físico, la predisposición a las fracturas, la inmunidad y la salud ósea.
10. Vitamina D y complicaciones en el embarazo
Un déficit de vitamina D en el inicio del embarazo, ha sido asociada a un riesgo aumentado de preeclampsia y de diabetes gestacional. De las aplicaciones de la vitamina D, el embarazo y la lactancia son clave, pues favorecen el desarrollo óseo e inmune del niño y previene la descalcificación de la mamá.
11. Vitamina D y depresión
En 2014, Psychosomatic medicine y en 2015, Nutrition publicaron dos revisiones sobre si la relación observada entre vitamina D y depresión era causal y si la suplementación con esta vitamina mejoraría los síntomas de la depresión.
Hay que tener en cuenta que las personas con síntomas depresivos se exponen menos a la luz solar y, por lo tanto, sus niveles de vitamina D son más bajos, por lo que no sería la falta de vitamina D lo que ocasionaría la depresión, sino que es la depresión la que generaría unos bajos niveles de vitamina D. Por lo que antes de recomendar una suplementación con esta vitamina a pacientes con depresión hacen falta más estudios.
12. Vitamina D y enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa, colon irritable, SII)
Todas nuestras células del cuerpo tienen receptores de Vitamina D, incluso las del colon. Existen diferencias entre los receptores de vitamina D3 de una célula del colon normal y cancerosa. Todo apunta a entre las nuevas aplicaciones de la vitamina D, se extenderá el uso de vitamina D3 en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal.