Cuidar es una actitud positiva y muy importante, de hecho, todos, en algún momento de la vida, podemos necesitar de ese apoyo externo. Y, también, podemos ofrecerlo. Sin embargo, existe un mapa social que debería hacernos reflexionar. La mujer todavía parece estar condicionada por ese rol de cuidadora que, de un modo casi directo, está acompañado de obligaciones constantes.
Cuidado de los padres
Por ejemplo, en el ámbito de la maternidad, son más las mujeres que hombres, las que sienten que esta nueva circunstancia en su vida familiar condiciona su propio progreso laboral en la conquista de sus sueños. Un rol de cuidadora que también está muy presente en la vejez de los padres. Y, además, aquellos puestos de trabajo que se generan en este sector social, también están ocupados principalmente por ellas.
Es importante ser optimistas en un día como el de hoy porque, realmente, se ha avanzado mucho en la conquista por la igualdad. Sin embargo, siempre es positivo seguir recordando que quedan objetivos reales por lograr. Entre otros motivos, porque este papel de cuidadora que tanto condiciona a la mujer en la sociedad, le genera también límites añadidos. Por ejemplo, el peso de la conciliación puede ser agotador. El propio estrés de la autoexigencia también es notable. Así como el propio sentimiento de soledad que puede experimentar quien cuida a un familiar dependiente.
El cuidado es una competencia humana positiva y saludable, de hecho, es una demostración de cariño e inteligencia emocional. Sin embargo, es una competencia que no solo remiete a ellas, sino también, a ellos. A todos. Y aunque en muchas familias existe una igualdad real en el reparto de las tareas domésticas, en la toma de decisiones o en la resolución de competencias determinadas, todavía existen muchas excepciones a la norma.
Empleo precario
Además, en algunos casos, los puestos de empleo generados en este sector tienen condiciones precarias desde el punto de vista del salario. Es decir, en muchos momentos, no se reconoce realmente la importante labor que desempeñan aquellas personas que se ocupan del cuidado de una persona dependiente o de un anciano que por cuestiones de edad demanda de la ayuda de alguien cercano para realizar tareas cotidianas. Sueldos bajos para una tarea que realmente es tan importante como la de cuidar.
Tareas domésticas
En relación con las tareas de la casa, a pesar de que en este ámbito sí que se ha producido un progreso importante en la igualdad, la figura del ama de casa todavía está más vinculada con el rol femenino que con el masculino. Cuando la mujer siente que tiene que priorizar tantos aspectos personales de su vida familiar, de un modo inevitable encuentra algún freno en su propio desarrollo profesional.
En el Día Internacional de la Mujer, es importante valorar todos los logros alcanzados, pero también, todo aquello que todavía queda por conseguir.