Función del moco cervical blanco
Al comienzo del ciclo menstrual, es decir, fuera del período de la ovulación, el moco cervical se torna blanco y espeso. Su papel principal, fuera del período fértil, es proteger al útero del ataque de bacterias y gérmenes bajo la influencia de la progesterona. Su consistencia hace que el cuello cerrado, actúe como una barrera para los espermatozoides. Su pH es bajo, lo que ocasiona un moco ácido muy temido por el esperma.
Está presente en todo el ciclo femenino y es un signo de la fertilidad:
En el momento de la ovulación, aumenta más la cantidad de moco y se torna cristalina con mucha elasticidad; este moco juega un papel importante para la concepción, ya que se encarga de alimentar el esperma y lo transporta a través del tracto genital de la mujer para encontrarse con el óvulo. En la ausencia del moco cervical cristalino, el esperma depositado en el ambiente ácido de la vagina, muere rápidamente. Por lo tanto, observar bien de cerca el moco cervical puede ayudar a las parejas a planificar un embarazo.
Después de la ovulación, generalmente cuando no hay una fecundación de un óvulo, el moco cervical blanco, vuelve a tomar esta forma y se espesa nuevamente, adopta un aspecto opaco y luego desaparece. En caso de que haya habido una fertilización del óvulo, entonces el moco puede presentarse de color rosa, cuando se aproxime la fecha de la próxima regla. Este aspecto es señal de embarazo y se llama sangrado de implantación, debido a que el óvulo fecundado está tratando de adherirse a las paredes del útero, rompiendo algunas membranas que pueden ocasionar un pequeño sangrado. Este sangrado tiene una duración de uno o dos días.
En ningún caso un moco cervical blanco es motivo para preocuparse, al contrario, es una señal del buen funcionamiento del aparato reproductor femenino.
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