Aunque a veces puede influir en la salud de la mujer, provocando cambios en su organismo, la retirada del periodo no se puede considerar una enfermedad. Sin embargo, hay mujeres que, por diversas causas, ven cómo les llega a una edad inusualmente temprana. Hablamos de la menopausia precoz, un trastorno que se produce cuando los ovarios dejan de funcionar antes de tiempo.
Demasiado pronto
La menopausia precoz, como indica Javier Ferrer, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), es "la desaparición de la menstruación y de la función ovárica en mujeres por debajo de los 40 ó 45 años". Este hecho, hace que estas féminas pierdan la capacidad reproductiva antes de tiempo y padezcan algunos síntomas de ciertas enfermedades que son propias de edades más avanzadas.El especialista comenta que esta enfermedad tiene una etiología muy diversa, que puede ir desde "anomalías genéticas a factores de índole hereditario, que hacen que en algunas familias se acumulen las personas que la sufren". No obstante, también existen casos que se producen por culpa de la incidencia de "algunos fármacos y por los tratamientos de quimioterapia y radioterapia, que pueden afectar a las células ováricas", añade Ferrer. Esto hace que sea bastante común en pacientes con cáncer.
Por otra parte, el experto también señala como agentes que pueden provocar una menopausia prematura algunas enfermedades autoinmunes, "que hacen que se destruyan las células por los anticuerpos". Por último, también hay una serie de casos para los cuales no se encuentra una explicación y que son considerados de tipo idopático.
Una mala señal
Las mujeres que se ven afectadas por este síndrome, acuden asustadas a su ginecólogo porque han dejado de menstruar. Ésta es la primera señal de que algo no funciona adecuadamente, diagnóstico que se completa con "un estudio analítico que mostrará una caída en los estrógenos si se padece la enfermedad", asegura el experto. Este análisis es imprescindible para empezar un seguimiento de la paciente e incluso "se deberá repetir varias veces, ya que a veces el fallo ovárico no es definitivo", agrega Javier Ferrer.Aunque este trastorno es, desafortunadamente, prácticamente imposible de prevenir, puesto que no se conoce bien la etiología, el doctor alude a ciertos aspectos que podrían tenerse en cuenta como, por ejemplo, "el tabaco está demostrado que puede adelantar la edad de la menopausia unos dos años". Siguiendo esto, también se debería tratar de "proteger la zona ovárica de las radiaciones y, en pacientes con cáncer, intentar utilizar terapias alternativas a la quimioterapia y la radioterapia o administrarlas en menores dosis".
La necesidad de un tratamiento
A pesar de que lo que más trastoca a las afectadas por esta menopausia precoz sea el hecho de perder su fertilidad, los síntomas que se pueden derivar de ella pueden ser muy peligrosos y, aunque no se pueda curar la enfermedad, se debe luchar por mejorar la calidad de vida de estas mujeres.La ausencia temprana de la actividad ovárica hace que no se produzcan los estrógenos suficientes para que el cuerpo funcione adecuadamente. Por ello, para paliar este déficit "se han de restaurar los niveles hormonales a través de un tratamiento de sustitución hormonal que compense esta pérdida hasta la edad normal en la que debería aparecer la menopausia", aconseja el especialista.
Se refleja así la necesidad de un seguimiento médico que ayude a evitar que "aparezcan enfermedades típicas de la involución de la mujer como la osteoporosis, algunas afecciones cardiovasculares u otras que son más comunes en la senectud", detalla Ferrer. Por ello, si se detecta cualquier defecto o retraso en la menstruación, lo mejor es acudir cuanto antes al ginecólogo para que este pueda hacer el diagnóstico adecuado.
Agradecimientos: Javier Ferrer, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).