Ya desde nuestro nacimiento hay unas expectativas hacia nosotros, nos educan para seguir un camino establecido, el que se supone que es el más seguro posible para nosotros. Aprendemos unos valores y unas normas de comportamiento que están inculcados por nuestra cultura. Nos desarrollamos bajo un contexto específico y recibimos multitud de mensajes con los que creamos nuestra moral.
Fuente: Pixabay Foundry
En la época adulta vivimos con multitud de automatismos, de ideas preconcebidas y actitudes que nunca nos hemos cuestionado, simplemente las aceptamos y las hemos incorporado en nuestro repertorio de comportamientos. Creemos que nuestro propósito en la vida es cumplir con las expectativas de los demás, y cuando no nos gusta o no nos apetece seguir un camino que se supone que es el más seguro para nosotros (nuestra zona de confort), nos sentimos juzgados y culpables. Podemos pasarnos una vida entera bajo este bucle de culpabilidad y represión de nuestras principales motivaciones.
Reflexiona, ¿estás viviendo tu vida o la vida que han elegido para ti? Posiblemente en muchos ámbitos de tu vida estés siguiendo un comportamiento rutinario el cual no te has cuestionado tan siquiera, porque considerar lo contrario; de experimentar, probar algo nuevo y salir hacia lo desconocido, es algo que te causa inseguridad y miedo. Es normal, solemos tener miedo a lo desconocido, por eso muchas veces no nos atrevemos a salir de una situación que, aunque nos esté causando insatisfacción, es lo que conocemos. El cambio comienza cuando amplías tu visión, estando dispuesto a lanzarte a lo desconocido para encontrar tu propósito en la vida…
¿Por qué la meditación nos ayuda a encontrar nuestro propósito en la vida?
Podríamos decir que la principal premisa para que tengas un propósito en la vida es explorar en lo más profundo de tus motivaciones. Esto debe de ser absolutamente algo personal, que nazca de ti, de la esencia de lo que tú eres. A veces nos reuslta complicado saber quienes somos realmente, nos perdemos en el caos de nuestra mente, y en el trepidante ritmo del día a día que no nos deja un respiro para escucharnos a nosotros mismos.
El problema es ese, la falta de práctica para que pares a escucharte y a atenderte. ¿Qué supone escucharte? Supone que reconozcas cuáles son tus necesidades reales, lo que tu cuerpo y tu mente te piden. Para esto es necesario atender a los mensajes que recibes a través de las emociones, sensaciones y sentimientos que emergen de ti.
La meditación puede ayudarnos en este sentido a que consigamos organizar la mente caótica, para darle un orden. Pararla para poder observarla y comprender los pensamientos que genera continuamente. Sólo así es posible que nos escuchemos, que nos atendamos y que actuemos en consecuencia. Por eso la meditación también se emplea de forma efectiva para gestionar mejor las emociones, debido a que cuando surgen de una forma natural las emociones, estamos más preparados para identificarlas y comprender lo que nos quieren indicar acerca de nosotros.
Fuente: Pixabay Pexels
Cuando nos centramos realmente en nuestro autoconocimiento, descubriendo qué es lo que nos motiva, lo que nos desagrada y lo que nos produce temor. Adquirimos una visión más completa acerca del mundo, y es así como ampliamos nuestras posibilidades para dar un mayor sentido a nuestra existencia. El propósito en la vida aparece de una forma espontánea y natural y necesita de un gran desarrollo personal Podemos escuchar a los demás y ver el propósito de otras personas, pero lo que más valor tiene es lo que nazca de uno mismo.
La vida cobra sentido cuando estamos preparados para aceptarla
El proceso que experimentamos en la meditación, es un proceso sobre todo de aceptación hacia una comprensión de que las cosas no siempre son como nos gustaría. Esa visión infantil que tenemos acerca de que todo ha de salir conforme a lo que nos gustaría, sin tener que renunciar a nada, es una visión en la que nos estancamos, puesto que no nos ayuda a seguir con el flujo de las experiencias.
El proceso de madurez supone no solo conocerse mejor a uno mismo, sino también poder enfocarnos hacia lo que realmente nos provoca un profundo bienestar. El reconocido psiquiatra Viktor Frankl, que estuvo en los campos de concentración nazi, comenta en su libro “El hombre en busca de sentido” la importancia que tiene para el ser humano encontrar un sentido a su existencia, una motivación que le haga querer seguir viviendo a pesar de cualquier circunstancia, por terrorífica y cruel que resulte.
Fuente: Pixabay voltamax
Pautas de Viktor Frankl para que nos preparemos a aceptar la vida tal y como es
Es de gran relevancia para dar sentido a la vida que nos sintamos parte de alguien o de algo.
La vida cobra un mayor sentido cuando aprendemos a convivir con amor.
El propósito en la vida no puede darse, sino descubrirse cuando estamos dispuestos a experimentar y transitar por lo inevitable, aunque nos resulte desagradable y prefiramos huir de la situación. sólo hay una cosa que hace al hombre capaz de soportar lo peor y realizar lo imposible. Y esto es precisamente el tener un deseo de sentido y el convencimiento de que el hombre es responsable de encontrar ese sentido a su vida.
Viktor Frankl
Esta responsabilidad, para que nos hagamos cargo de nuestro proceso y nos comprometamos, es a la que nos ayuda la meditación. Para comprender que todo lo que sucede en nosotros tiene que ver con nosotros, por insoportable que nos resulte aceptarlo en muchas ocasiones. Este proceso es el que nos lleva a hacernos plenamente conscientes de que somos los responsables para descubrir nuestro propósito en la vida.
La meditación nos permite parar y experimentar de primera mano los beneficios de llevar una vida consciente y saludable. De esto mismo trata el método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.
Anímate y prueba la app Siente, que puedes descargar aquí, y se convertirá en tu mejor compañera para guiarte en el camino de la meditación. Se trata de una metodología muy sencilla, que te abrirá las puertas del mindfulness y la psicología positiva, para mejorar tu bienestar y en definitiva, ser más feliz.