Las mantecas sin refinar son las que no han pasado por ningún sistema de filtrado, ni han sido tratadas con ningún producto químico, ni disolventes para alterar su aroma, color, textura propiedades, etc… Aunque pueden alterar el aroma final del producto, éstas son las más indicadas para elaborar cosmética natural. Para fundir las mantecas conviene hacerlo al baño maría. Se conservan durante un periodo de 1 a 4 años, dependiendo de la manteca, siempre y cuando estén en un envase hermético y en un lugar fresco y oscuro.
Características de las mantecas naturales más utilizadas
Manteca de Cacao: Manteca sólida que se obtiene mediante presión de las semillas del árbol del cacao. Su aroma es como el del chocolate y se utiliza para reducir la sequedad de la piel y mejorar su elasticidad. Protege las células de la piel,evitando el envejecimiento de ésta.
Manteca de Karité: Manteca semisólida que se obtiene mediante presión de los frutos del árbol del karité. Muy utilizada en el cuidado de la piel, esta manteca la protege, suaviza e hidrata. Excelente para cremas y lociones reafirmantes.
Manteca de Mango: Manteca semisólida, que se obtiene por presión de las semillas del árbol del mango. Rica en antioxidantes y ácidos grasos que se aprovechan en la elaboración de cremas y lociones para nutrir las pieles secas y como antiarrugas. Resulta ideal para elaborar lociones y cremas más ligeras.
Manteca de Illipe: Manteca sólida que se obtiene por presión de las semillas del árbol Shorea Stenoptera. Un excelente acondicionador para cremas antiedad que también refresca la piel. Muy estable a la oxidación, esta manteca mantiene la flexibilidad y elasticidad de la piel.
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