MACERADO DE CALÉNDULA
Hoy os vamos a hablar del macerado de una planta muy especial, la caléndula, en algunos lugares también se llama “maravilla”. Un nombre muy apropiado si tenemos en cuenta las excepcionales propiedades que posee: antiinflamatorias, antisépticas, cicatrizantes, regeneradoras, … y que hacen que sea una excelente aliada para los problemas de nuestra piel.
Pero antes de explicar la elaboración de su macerado, sus usos y otras características de esta extraordinaria planta nos gustaría hablar en general de qué son los macerados.
¿Qué es un macerado?
Un macerado es una preparación que consiste en colocar una planta aromática en un recipiente con un líquido y dejarla sumergida en maceración durante varios días a temperatura ambiente. De este modo el líquido adquiere las propiedades de las plantas medicinales. Dependiendo del líquido que se utilice obtendremos diferentes tipos de macerados. Así podemos macerar en:
Agua. En este caso el proceso de maceración debe ser por un tiempo limitado y muy corto, un máximo de dos días. El agua no es un conservante y, por ello, si dejamos mucho tiempo la planta sumergida podría llegar a contaminarse por bacterias y no obtendríamos los resultados esperados.
Alcohol. Las maceraciones en alcohol se denominan “tinturas”.
Aceite. Esta preparación también recibe el nombre de “oleomacerado” y es, junto con las tinturas, una de las más utilizadas.
Vino o vinagre.
Es importante no confundir los macerados de aceite con los aceites esenciales. Estos últimos son obtenidos fundamentalmente por destilación al vapor, son muy concentrados y sus aplicaciones son diferentes.
Preparación del macerado de caléndula
El oleomacerado o macerado de caléndula se prepara sumergiendo la planta de la caléndula en el aceite que hayamos elegido.
Los aceites que os recomendamos para este preparado son fundamentalmente: el aceite de oliva (muy hidratante y con propiedades antioxidantes, pero que deja la piel algo grasa), y el aceite de almendras dulces (se absorbe automáticamente por la piel, y es igualmente muy nutritivo). Pero, si lo deseáis, también podéis utilizar otros aceites como el de sésamo, germen de trigo, …
En cualquier caso os aconsejamos que sean aceites de la mejor calidad posible, ecológicos y de primera presión en frío. Nuestra piel se lo merece y nos lo agradecerá.
Si tenéis la piel seca lo ideal es utilizar nuestro querido aceite de oliva, pero si tenéis la piel grasa es preferible utilizar otro tipo de aceite que tenga una mejor absorción como puede ser el aceite de almendras dulces.
Para elaborar el macerado necesitamos, además del aceite vegetal, las flores de la caléndula. Estas flores se pueden comprar en herbolarios pero lo mejor es que podamos recolectarlas nosotros mismos de la naturaleza. La caléndula es un planta muy fácil de cultivar en casa, que requiere pocos cuidados y que florece casi todo el año, también en invierno si la temperatura no es excesivamente baja.
La recolección de las plantas para hacer los macerados se recomienda que se realice siempre en las horas de más sol, al mediodía, que es cuando sus principios activos tienen mayor concentración.
En general para la elaboración de los macerados se suelen utilizar las plantas secas ya que si son plantas que tienen mucha cantidad de agua en su interior podría haber problemas de contaminación por bacterias en posteriores preparados. Hay plantas con menor cantidad de agua, como puede ser el romero, que se suele utilizar fresco para este tipo de preparados ya que no da ningún problema. Por otro lado, con la planta seca los resultados obtenidos son mejores, más activos.
Se puede preparar sólo con los pétalos de la flor o con toda la flor.
Una vez hayamos secado la planta al sol durante unas dos semanas, el proceso de preparación del macerado sería el siguiente:
En un recipiente de cristal se añaden las flores de la caléndula. Podéis incorporar la mayor cantidad de flores posibles para que quede bien concentrado.
Cubrimos el recipiente en su totalidad con el aceite elegido. Se debe comprobar que las flores quedan bien cubiertas de aceite, para evitar que se genere moho en las plantas que puedan quedar en la superficie.
Se cierra y se deja en la terraza o balcón a "sol y luna" durante 40 días, y agitándolo con regularidad.
Pasado ese tiempo se filtra y se coloca en otro envase de cristal de color oscuro (para evitar que se pierdan propiedades por el efecto de la luz) bien cerrado.
Para su mejor conservación es preferible dejarlo en un lugar de la casa seco y fresco, y a poder ser que se encuentre fuera de la luz y retirado de las fuentes del calor.
Envasado de este modo puede durar varios meses. Si deseáis ampliar su duración se puede incorporar un poquito de algún aceite antioxidante con alto contenido en vitamina E como puede ser el aceite de germen de trigo.
Propiedades y usos del macerado de caléndula
Las propiedades medicinales de la caléndula para la piel son excepcionales:
antibacteriana
fungicida
cicatrizante
antiinflamatoria
antiséptico
regenerante
hidratante
nutritivo
Y algunas de sus múltiples aplicaciones son las siguientes:
eccemas
dermatitis
psoriasis
inflamaciones
irritaciones
picaduras de insectos
quemaduras (también solares)
cortes
acné
manchas en la cara
El aceite de caléndula es un aceite especial para bebés ya que es especial protegiendo las pieles delicadas.
Así mismo es un aceite ideal como aceite corporal para aplicar después del baño. Úsalo directamente sobre la piel humedecida o mezclando unas gotas sobre tu crema corporal.
Os animamos a que os preparéis vuestros propios macerados, a que aprendáis a conocer las plantas, sus usos y sus aplicaciones.
En una publicación anterior os hablábamos de cuales son los mejores aceites vegetales para la piel. Podéis elaborar este macerado con el aceite vegetal que mejor se adecue a vuestra piel. Pincha aquí para ver los aceites que os recomendábamos y cuales son sus propiedades.
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