Con números que alcanzan los 50 millones de contagiados a lo largo del planeta, la pandemia no parece querer irse y nuestras vidas deben adaptarse a esta “nueva normalidad”.
Para aquellos que hemos tenido la suerte de no contagiarnos aún, de todos modos, nuestros cuerpos han sentido el letargo de tantos meses de cambio de rutinas, cuando antes seguramente llevábamos vidas mucho más ajetreadas y en algunos casos le incluíamos ejercicio físico.
Es por eso, y como ya bien sabemos, que el sedentarismo puede ser un gran enemigo silencioso. Hacer ejercicio regularmente no solo nos favorece físicamente, sino en el estado mental.
Recién ahora en algunos países del mundo empezaron nuevamente a abrir los gimnasios y también se ha comenzado a dejar correr a las personas o salir a trotar al aire libre. En este último caso, y como todo lo que implique una actividad social, con ciertos protocolos.
Con lo que respecta a los gimnasios, en la mayoría de los casos, tiene un cupo muy limitado de personas a las que se les permite estar realizando actividad física en un mismo horario. Es por eso que se están organizando por turnos, y con horarios mucho más reducidos.
La actividad física solo está permitida realizarla durante un lapso de 40 a 60 minutos, y a esto nos referíamos con el tema de los turnos. No está permitido permanecer más tiempo dentro del salón.
A su vez, por protocolo, en el caso del uso de las máquinas aeróbicas (ya sean la cinta, la bicicleta o el elíptico), las mismas podrán ser usadas, pero hasta un nivel intermedio, tratando de evitar que la persona que entrena transpire en demasía.
El uso de tapabocas no regirá dentro del gimnasio y en plena actividad, dado que reduce la capacidad respiratoria y a su vez, en caso de humedecerse por la transpiración, reduce su capacidad de protección y aumenta la posibilidad de contagio. Los otros cuidados personales estarán vigentes, como la desinfección de manos con alcohol en gel y evitar tocarse la cara con las propias manos.
Otro dato importante a tener en cuenta es que se incentiva el uso de gimnasios barriales, evitando así tener que trasladarse en transporte público. Principalmente a una distancia no mayor a los 500 metros desde su hogar.
La ventilación de los recintos será un aspecto muy importante a tener en cuenta, manteniendo puertas y ventanas abiertas para favorecer esta ventilación. Así mismo, no están permitidos los ventiladores.
Como en cada sitio público cerrado, antes de ingresar se tomará la temperatura tanto a los trabajadores del gimnasio como a las personas que vayan a entrenar. Y se evitará el uso de termómetros de contacto, priorizando aquellos que son electrónicos.
Finalmente, se recomienda evitar usar toallas para secar la transpiración, por el hecho de que las mismas pueden ser apoyadas sobre cualquier superficie durante el momento de hacer ejercicio, y esto puede propagar el contagio.
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