(Imagen/ Flickr: familymwr)
Hubertus tuvo una infancia bastante dura marcada por enfermedades, asma, raquitismo y una debilidad general que afectaba directamente a los músculos.
Su mayor anhelo era superar estos trastornos y, para ello, se convirtió en un estudioso experto del cuerpo humano y su fortalecimiento a través del ejercicio físico.
Gran influencia supusieron para él técnicas como el culturismo, el yoga, la lucha, el taichí, la meditación zen o la gimnasia.
Todo el aprendizaje, la investigación y la práctica constante de estos deportes, pronto cosecharon sus frutos. Joshep logró superar sus dolencias y afecciones llegando a convertirse, incluso, en un boxeador y gimnasta de éxito y alcanzando un nivel de natación, submarinismo y esquí ampliamente superior al del común de los mortales.
Pero Joseph no quiso guardarse para sí toda esta información. Comenzó a trabajar con heridos de guerra, bailarines o coreógrafos, centrándose en la rehabilitación o el calentamiento previo al desarrollo de sus actividades.
Fue ampliando su teoría e inventando aparatos para complementar los ejercicios. Surgiendo, de esta forma y con el paso de los años, el Pilates tal y como lo conocemos hoy en día.
El alineamiento, la centralización, la concentración, el control, la precisión, la fluidez y la respiración, son los pilares fundamentales de este ejercicio que se puede realizar tanto en suelo como con aparatos.
A continuación, os quiero mostrar un vídeo que recopila ejercicios para principiantes. Sencillos y muy útiles, seguro que consiguen que os sintáis mucho mejor, tanto por dentro como por fuera.
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