Una buena noticia para las mujeres es el descubrimiento de la TIBOLONA, un compuesto
desarrollado hace más de quince años para tratar la osteoporosis, pero que en las pruebas clínicas realizadas desde entonces demostró tener un poderoso efecto en muchos de los síntomas menopáusicos. De forma especial favorece el sistema cardiovascular, huesos, tejido mamario, endometrio, sistema nervioso central. Lo que más me impacta es que permite recuperar la respuesta sexual (alivia la resequedad vaginal y aumenta la líbido), reduce los odiosos bochornos (calores) y aleja la aparición de osteoporosis, todo sin afectar las mamas ni el sistema cardiovascular.
Sin importar el nombre comercial con el que se encuentre en el mercado (Livial, Tibona, Boltin, Sintemel, etc.), la dosis diaria de tibolona establecida es de 2.5 mg, y su efecto es similar al tratamiento hormonal tradicional, aunque de mayor eficiencia para algunos síntomas. Como con toda medicación, es necesaria una evaluación profesional realizada por un ginecólogo y la prescripción correspondiente si el caso se ajusta a los estándares requeridos. En los casos de menopausia natural es necesario dejar transcurrir al menos 12-18 meses tras el último sangrado vaginal natural. Cuando se produce menopausia artificial (consecuencia de una histerectomía o por haber sido inducida farmacológicamente) se puede proceder sin esperar ningún lapso de tiempo.
La información disponible indica que la tibolona afecta positivamente ciertos procesos mentales disminuidos por la menopausia, como la ansiedad reactiva al estrés leve y la memoria. De igual modo no se ha documentado ninguna incidencia en casos de mujeres con colesterol elevado ni con diabetes mellitus tipo 2, y no afecta la tensión arterial en mujeres con hipertensión previa. Al no afectar proliferación endometrial no produce sangrado ni se ha descrito aumento del tamaño de miomas uterinos.
Por todos estos resultados se describe la tibolona como una elección apropiada para terapia hormonal en la mayoría de las mujeres postmenopáusicas, especialmente si padece inicios de osteoporosis, acaloramientos, sequedad vaginal y falta de respuesta sexual.
En todos los casos, es el médico quien debe hacer una valoración cuidadosa durante el tratamiento de los riesgos/beneficios, al menos de forma anual. También debe eliminarse la posibilidad de alergia a este principio activo o a cualquiera de los demás componentes de la presentación farmacéutica. Síntomas de alergia pueden incluir crisis de asma o dificultad respiratoria, hinchazón de cara, labios , lengua u otro lugar del cuerpo, urticaria, picazón o erupción cutánea, shock anafiláctico (pérdida de conocimiento, palidez, sudoración, etc).
Como todo fármaco, la tibolona tiene algunas contraindicaciones, en cuyo caso no debe ser administrado:
Si padece o ha padecido cáncer de mama o de útero o si sospecha que pueda tenerlo
Si está embarazada o sospecha que puede estarlo
Si está dando el pecho
Si presenta hemorragias vaginales anormales
Si padece hiperplasia de endometrio (crecimiento anormal del endometrio, que es la capa que recubre el útero) y no está en tratamiento
Si padece o ha padecido una trombosis venosa (coágulos sanguíneos en las venas de las piernas) o embolismo pulmonar (coágulo de sangre en las venas de las piernas que se desprende afectando al pulmón)
Si tiene alguna alteración que afecte a la coagulación de la sangre
Si padece o ha padecido recientemente trombosis de una arteria (p.ej. angina de pecho, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio, afectación de la arteria de la retina)
Si padece o ha padecido algún trastorno grave del hígado, hasta que éste no regrese a la normalidad
Si padece porfiria (enfermedad de un pigmento de la sangre)
Antes de empezar con tibolona o de cualquier medicamento similar se debe consultar con el ginecólogo, incluyendo en la consulta la historia médica personal y familiar.
Se le debe informar si alguna de estas enfermedades empeora o aparece mientras toma tibolona:
Trastornos ginecológicos de cualquier tipo
Cambios o alteraciones en las mamas
Niveles altos de grasa (triglicéridos) en la sangre o historia familiar de esto
Tensión arterial elevada, particularmente si empeora o no mejora con el tratamiento antihipertensivo
Trastornos del hígado o del riñón
Diabetes
Trastornos del funcionamiento de la vesícula biliar
Jaquecas (migrañas) intensas y repetitivas
Enfermedad inmune denominada lupus eritematoso sistémico
Epilepsia
Asma
Ictericia (color amarillo de la piel y del blanco de los ojos)
Prurito (picores)
Tratándose de una medicina, es importante no exceder las dosis recomendadas.
Es importante recordar que este fármaco está indicado para combatir síntomas específicos de la menopausia, y NADA reemplaza a un estilo de vida saludable: practicar ejercicio regularmente, consumir una alimentación baja en azúcar, grasas y carbohidratos y con muchos vegetales y cereales, tomar mucha agua y realizar actividades que nos brinden satisfacción y nos protejan del estrés.