Beneficios de la Terapia Hormonal Sustitutiva
La Terapia Hormonal Sustitutiva ayuda a combatir los síntomas propios de la menopausia como los sofocos, la irritabilidad, el insomnio, la pérdida de líbido… con el objetivo principal de mejorar la calidad de vida de la paciente.
Es un eficaz aliado para evitar la aparición de
Ayuda a combatir las enfermedades mencionadas en el anterior punto en caso de que ya estén instauradas en la mujer, sobre todo en el caso de la osteoporosis.enfermedades cuyo riesgo aumenta en esta etapa como la osteoporosis o el Alzheimer, así como enfermedades de tipo cardiovascular.
Contraindicaciones
No existen unas contraindicaciones válidas a toda la población femenina. Se deberá valorar en cada caso de forma individual y personalizada si los beneficios de la THS superan a los posibles riesgos. No obstante, deberá tenerse especial cuidado y precaución con las pacientes en cuyo historial médico aparezca episodios de:
Cáncer de mama o endometrio.
Enfermedad hepática grave.
Tromboembolismo activo.
Hemorragia uterina sin diagnosticar.
Endometriosis.
Lupus entematoso.
Melanoma.
Tipos de THS
Los tratamientos hormonales para le menopausia se pueden dividir en dos grandes grupos: aquellos donde sólo se utiliza estrógenos y otros donde se combinan con gestágenos. La principal diferencia entre ambos es que los primeros están especialmente indicados para aquellas mujeres que, por diferentes motivos, están histerectomizadas, es decir, aquellas a quienes se les ha sido extirpado el útero. Otra diferencia fundamental es que, en el primer caso, el tratamiento se debe administrar a diario mientras que en el segundo existen ciclos o días sin tratamiento.
Dentro del tratamiento que combina estrógenos y gestágenos hay que diferenciar entre dos tipos: el secuencial, es decir, aquel en el que el gestágeno se toma con el estrógeno sólo unos días, generalmente entre diez y catorce; y el combinado, donde esta mezcla se consume de forma permanente. El especialista recomendará un tratamiento u otro en función de si se desea que la paciente tenga menstruaciones, aunque de forma ocasional e irregular, o no.
Efectos secundarios
Dentro de los posibles efectos secundarios que puede provocar la THS quizás el más importante sea el sangrado, seguido de los que pueden generar pos sí mismos los estrógenos y los gestrágenos:
Los estrogénos pueden provocar en un pequeño porcentaje de casos mastodinia, hinchazón abdominal, nauseas, calambres musculares, síndrome premenstrual y cefalea.
Los gestágenos por su parte pueden ser los causantes de la aparición de mastalgia, edema abdominal o en piernas, ansiedad, síntomas depresivos y cefalea.
Control y duración
Antes de iniciar el tratamiento la mujer deberá someterse a un estudio general completo de salud, prestando especial atención a la presión sanguínea, el peso, los resultados del examen pélvico abdominal y de la mama, así como a los de la citología vaginal. Dichas pruebas deberán haberse repetido al cumplir seis meses del inicio del tratamiento para comprobar que no han aparecido posibles efectos secundarios. Tras superar este control precoz con éxito, la paciente deberá acudir a su médico al menos una vez al año para repetirlas y valorar en cada momento los beneficios y riesgos de la THS.
No existe consenso alguno sobre la duración del tratamiento hormonal, debe ser una decisión individualizada. Generalmente, si el tratamiento se administra con el fin de evitar la sintomatología vasomotora suele durar aproximadamente tres años, reduciéndose poco a poco la dosis hasta comprobar que los síntomas han desparecido. Sin embargo, si el tratamiento se aplica con fines preventivos es recomendable que dure como mínimo siete años. Es importante recordar que la interrupción repentina del tratamiento provoca la pérdida de todas las ventajas obtenidas con el mismo.
Fuentes: Sociedad Española de Medicina Estética y Centro Médico Dr. Palomo.