Todo esto da lugar al desarrollo de creencias idealizadas sobre el amor, lo cual hace difícil crear y mantener relaciones sanas y a su vez fomenta la aceptación, justificación y normalización de comportamientos que son abusivos y que se encuentran lejos de sentir amor y sentirse enamorada.
Estas creencias suponen un riesgo y dan lugar a relaciones de desequilibrio de poder en las parejas que pueden llevar a la violencia de género.
Mitos del amor romántico
Es muy probable que hayas escuchado en amistades, en canciones, cuentos, películas etc. o incluso experimentado en ti mismo algunos de los siguientes mitos.A priori, estas ideas pueden sonar muy encantadoras pero cuidadoincluyen pequeñas trampas que terminan encerrándote en la relación que crees que es tu pareja ideal.
El amor todo lo puede
Aquí se entiende que la persona cambiará por amor. Existe el énfasis en que los polos opuestos se atraen y, de esta manera, se normaliza el conflicto e interiorizamos que el amor “verdadero” lo perdona y lo aguanta todo, entre otras cosas.No, el amor no lo puede todo, ni se ha de perdonar y soportar situaciones que implican a veces un malestar para la pareja.
Amor verdadero; “Estamos predestinados”
Aquí nos encontramos con la típica frase de la media naranja, que abarca la creencia de la pasión eterna y que solo puedes encontrar una vez el verdadero amor en tu vida. No, no necesitas de otra persona para estar completa/o, ya nacemos completos.El amor es la prioridad
“Yo soy tu pareja y soy tu prioridad, necesito tu entrega absoluta”. En este mito, la pareja es el centro de todo; “sólo mi pareja me hace feliz”. La entrega total es necesaria, lo compartimos absolutamente todo.De este modo, convertimos a la pareja en el centro de nuestras vidas, en lo más importante de nuestra existencia, anteponiendo lo suyo a lo nuestro. Nos preocupamos tanto de satisfacer sus necesidades que no sabemos cuáles son las nuestras y, la mayoría de las veces, sin darnos cuenta. Ponemos nuestra felicidad en manos de otro, damos importancia a la entrega total y nos acabamos perdiendo a nosotros mismos.
No, aunque ames a alguien no tienes ni debes renunciar a tu intimidad y tu bienestar emocional.
“Es celoso porque me quiere”
Nos encontramos con la normalización del control, y, como consecuencia, los enfados cuando este control se pierde. Acabamos interpretando los celos equivocadamente como muestras afectivas y de deseo de la pareja ideal; “se enfada porque me quiere”.El amor no es posesión, es libertad.
¿Cuáles son las consecuencias de creerme estas falacias?
Este tipo de situaciones y conceptos erróneos sobre la pareja ideal tienden a hacernos creer que nuestro desarrollo personal no depende de nosotros mismos, sino de situaciones y personas ajenas. Que ahí fuera, de forma externa a nosotros, hay otra persona que nos completará; de ahí que centremos nuestra atención en encontrar a esa persona ideal de la que tanto hemos escuchado hablar.De este modo, crecemos y continuamos formando la idea de que nos falta algo, de que estamos incompletos porque somos la mitad de algo y, por tanto, dejamos nuestra felicidad y bienestar en manos de otra persona. Como consecuencia, nos hacemos dependientes emocionalmente de nuestra pareja, además de derivar también en distintos problemas a nivel psicológico.
¿Qué es la dependencia emocional?
La dependencia emocional es la dependencia afectiva o sentimental que da lugar a ciertos comportamientos insanos producidos en una relación no equilibrada entre sus partes. Da lugar a una baja autoestima, miedo a la soledad, ansiedad, e incluso un estado de ánimo negativo.Este afecto que todas las personas necesitamos se convierte en dependencia emocional cuando llevamos a cabo conductas desproporcionadas y/o que no nos resultan satisfactorias o con las que no estaríamos de acuerdo en otro tipo de situación pero en esta debemos hacerlo para conseguir dicho afecto.
¿Cómo podemos evitar la dependencia emocional?
Mediante el amor propio y el autoconocimiento. De esta manera, podríamos encontrar una de las claves para generar relaciones sanas con nosotros mismos y, por tanto, con los demás. Para poder encontrarnos con alguien que nos lleve al bienestar en todos los sentidos, hemos primero de sentirnos bien con nosotros mismos y estar preparados para estar en una relación real.
Al volvernos dependientes, toleramos actitudes que no favorecen nuestro bienestar y nos establecemos en relaciones que no son sanas pero sí están normalizadas. ¿Crees que dos personas incompletas van a crear algo completo? Más bien cabría pensar que si juntamos lo que a mí me falta y lo que a ti te falta, el resultado es un agujero que se vuelve más grande. Aquí es dónde la terapia juega un papel importante.
Cada parte puede aprender a cuidarse, a ver sus necesidades, a caminar en pro de su felicidad y a hacerlo acompañado por su pareja y acompañándola a su vez. En terapia se aprende a decir “No te necesito y aún así quiero estar contigo”. Eso es elegir a alguien como compañero de vida; lo otro es vivir dependiendo de esa persona y en ninguno de los casos esa persona va a caminar a tu lado.
Características de una relación tóxica como “pareja ideal”
A continuación, escribiremos una lista de preguntas sobre algunos aspectos que se dan en relaciones de parejas tóxicas en las que creemos que, aunque no estamos bien, ésa persona es nuestra pareja ideal.¿Tu pareja te hace sentir que eres incapaz?
¿Tiene cambios de humor repentinos?
¿Hace comentarios humillantes delante de otras personas?
¿Se molesta si ves a tu familia o tienes relaciones de amistad con otras personas?
¿Te presiona para tener relaciones sexuales, aunque a ti no te apetezca?
¿Controla tu economía?
¿Habla sobre tu trabajo de forma despectiva?
¿Le da más importancia a lo que él hace que a lo tuyo?
Cuando se enfada, ¿rompe o lanza cosas?
Te dice frases como: “¿tú dónde vas a ir, debería darte vergüenza, sin mí no eres nada, nadie te va a querer como yo?”
¿Cuándo hablas te ignora? ¿No te contesta o escucha?
¿Te dice que no haces nada bien?
¿Llegas a sentir miedo en algún momento?
¿Se muestra especialmente celoso y te acusa de relacionarte con más personas?
Si tras leer estas preguntas te has escuchado contestando SÍ a muchas es importante que busques ayuda.
A menudo, se aceptan conductas que se confunden con amor, como son los chantajes, las amenazas, el control, los celos y/o la posesividad. Estas agresiones no se ven, por tanto, se minimiza la situación, e incluso nosotros mismos tratamos de buscar explicaciones que sirvan para justificar lo mal que nos estamos sintiendo psicológicamente, sin relacionar el malestar con estos acontecimientos cotidianos. Esto hace que se tarde mucho en pedir ayuda y da lugar a que la situación empeore.
Características de una relación de pareja sana
A continuación, se nombrarán algunos aspectos que se dan en relaciones de parejas sanas. Por supuesto, han de ser recíprocos, es decir, ambas partes han de poder ver y sentir esto en el otro.La otra persona valora y respeta tus opiniones y sentimientos, aunque sean diferentes a los suyos.
Se interesa por tus cosas y no le resta importancia a qué te sucede ni a cómo te sientes.
Al dar tu opinión sobre algo, lo puedes hacer sin sentir temor ante posibles enfados o imposiciones por su parte.
Tanto en público como en privado se comporta bien contigo.
Tomáis las decisiones de forma conjunta.
Nunca te sientes obligado.
Tu pareja te hace sentir bien contigo mismo.
Se interesa por tus apetencias sexuales y por darte placer.
Sabe pedirte perdón cuando se equivoca y asume sus errores.
Te sientes valorado, admirado y respetado por tu pareja.
Durante las discusiones, no hay faltas de respeto ni intimidaciones ni humillaciones.
Tu pareja entiende y comparte que haya otras personas importantes para ti, como tu familia y amigos con los que también quieres que pasar tu tiempo.
Lo pasáis bien juntos y aunque en ocasiones hay discrepancias, son más los buenos momentos.
Te sientes en calma a su lado.
Persona sana, mayor probabilidad de pareja ideal real.
Seguro que a menudo has escuchado la frase de “para querer a alguien has de quererte primero a ti misma”, o esta otra de “si no me quiero yo, ¿Quién lo va hacer?”.Con mayor frecuencia de la que se debería, a consecuencia de estos mitos sobre el amor romántico que nos han contado, creemos que una relación de pareja ha de ser sufrida, ha de lucharse y que las discusiones constantes, los celos, el control y la intensidad son sinónimo de amor. ¿Cómo sería pensar que el amor, te trae tranquilidad, estabilidad, calma,; que te hace sentir segura, que te acompaña, te apoya, te anima y te escucha?
El conocernos a nosotros mismos, aprender sobre las necesidades propias, ser capaces de poner límites a los demás y relacionarnos de una forma saludable con respecto al amor, son cosas que se aprenden poco a poco y se trabajan en terapia y nos ayudan a vivir plenamente en armonía con nosotros y con los demás.
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