Saludos queridos amigos!
A cualquier situación de incontinencia urinaria (el control de la orina) en niños no se la debe catalogar como enuresis. Primero, hemos de saber que hasta aproximadamente los cinco años en caso de las niñas y los seis en caso de los niños, no se considera que puedan controlar voluntariamente la micción. Por eso, solo hablamos de enuresis cuando, estando en una edad en la que el control de los esfínteres debería ser efectivo considerando el hecho que un bebé se orina involuntariamente.
Sin embargo, habría que puntualizar que aun cumplidos los seis años, puede haber suceder que ocasionalmente, y sobre todo de noche, se les escape un poco el pis. Pero en tales casos no hay que confundir estas circunstancias esporádicas con la enuresis. Para que se tratara de enuresis la frecuencia debería ser lo suficientemente significativa como para que no dejase llevar una rutina normal y ocurrir indistintamente en cualquier situación de sueño (ya sea por la noche, durante la siesta u otros momentos).
Por lo general, es más frecuente en niños que en niñas. No obstante siempre tiende a remitir. A medida que se van cumpliendo años la enuresis va desapareciendo, tal es así que suele afectar al 20% de los niños con 6 años, pero solo al 7% una vez cumplidos los 10, hasta tener prácticamente una incidencia nula con más de 15 años. La causa principal parece ser el mal funcionamiento de una hormona antidiurética (ADH) que debería disminuir la cantidad de orina que generamos por la noche. Pero puede haber otros motivos que apelan más a factores psicológicos, como por ejemplo estar sometidos a mucha presión para lograr el control del esfinter cuando todavía no están preparados fisiológicamente, arrastrando el problema hasta convertirlo en enuresis; o como respuesta a situaciones de estrés por malas experienicas (cambio de casa o ciudad, separación de los padres o fracaso escolar).
Ante todo, la familia debe apoyar al niño y no someterle a más presión, porque lo único que se conseguiría es ahondar en el sentimiento de culpa y vergüenza que seguramente tenga. Asumiéndolo pero intendado corregirlo pacientemente, lo que se puede ir haciendo es vigilar la ingesta de líquidos antes de acostarse, cortar y reanudar las micciones que se hagan controladamente durante el día para mejorar el autocontrol, o usar ropa interior absorbente principalmente por mantener una higiene adecuada.
¿Conocías la existencia de este trastorno?
Fuente: Incontinenciainfantil.es
Imagen: thejbird/Flickr
Texto de Pablo Girón
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