La electroestimulación es un método utilizado para complementar una rutina de entrenamiento deportivo, empelando impulsos eléctricos que causan contracción muscular e imitan la potencia dinámica del cuerpo sometido a ejercicios. Recientemente el perfeccionamiento de estas técnicas y el diseño de rutinas muy completas de electroestimulación, han permitido a quienes lo desean sustituir completamente la rutina de ejercicios tradicionales; obteniendo en la mayoría de los casos mejores resultados.
Ventajas de la electroestimulación
La electroestimulación ha demostrado en este último tiempo ser bastante beneficiosa para quien la utiliza como rutina integral. Entre sus principales ventajas resalta que gracias a que ayuda a realizar una contracción muscular sin peso articular, las lesiones asociadas a ello se reducen hasta casi desaparecer completamente; ayudando a no disminuir la productividad por lesiones.
Otra ventaja de la electroestimulación es que hace posible aumentar el rendimiento de la rutina de ejercicios hasta tres veces con respecto al ejercicio tradicional, permitiendo completar una productividad de 100%; reducido la fatiga y concentrando el trabajo en el tipo de fibra que se desea en un área específica.
Gracias a que con la electroestimulación el impulso no viene directamente del cerebro, sino que se induce a cada musculo que se quiere trabajar directamente; no se produce la fatiga psíquica que es tan común en las rutinas tradicionales. Esta es la razón por la que el entrenamiento con este método permite soportar mayores cargas de trabajo en menos tiempo.
La capacidad de las fibras de aprovechar el oxígeno proporcionado por la sangre a los músculos, se incrementa hasta seis veces con la electroestimulación; permitiendo obtener una mayor energía de los hidratos de carbono y la grasa. Por otra parte, la electroestimulación también permite una recuperación activa exitosa; que a su vez consciente una mejor eliminación de toxinas, una oxigenación muscular más óptima y una recuperación mucho más rápida.